( Pablo, ya sé lo que estarás pensando, en un ratito: ...pero mirá lo que escribe ésta loca!, y tocandoté la barbilla, dirás qué mala ondaaaa) y si, crazy, si es la verdad, o nó???.

Recuerdo la primera vez que de niño entré en un hospital: me impactaron las baldosas blancas, las batas blancas, los instrumentos, el olor, la foto de una señora con gorro blanco y el dedo haciendo sssshhhh ; una película de Chaplin, que daban en el salón de recreo para los enfermos que podían moverse…

Me pareció un templo exótico y asimismo fué muy perturbador...

Eran otros tiempos, mi tío Pippo, estaba operado del estómago, porque se le había explotado no me acuerdo que (yo qué carajo sabría), y estuvo allí, meses, y veía con qué devoción era atendido por mi tía Josefina.

También fué a partir de entonces que entendí que, para mí, la interacción humana es lo principal. Si nó, algunos de los componentes de...

Por eso la medicina es tan importante, y me entristece que se lea, como lo que es ahora, un negocio de mierda. Y hago una distinción, muy importante, entre sanar y curar.

Lo entendí siendo, mas grande, en los años 80’s, 90´s, …con mis amigos que se murieron de sida,
Sólo podía ayudar !...
es a que se trataba, de que, algunos, no se sientieran tán solos y se sintieran mejor con mi presencia y mi cariño, y eso no se puede recetar,
no lo vende ningún laboratorio , ni siquiera los naturistas u homeópatas...

Durante muchos años traté con ésa enfermedad en Buenos Aires y aprendí mucho de la comunidad homosexual, (a la que pertenezco), sobre el amor y sobre cómo ser hombre.

Tratando a mis amigos, pude ver que ser hombre es, mucho más. Y aprendí mucho sobre el amor, porque había familias que decían: …"¡Si mi hijo es trólo ( gay) , lo mato!"…,
no soportaban la idea de un enfermo de sida en casa,
pero cuando les ocurría,
se transformaban.

Fué una lección maravillosa: el amor de la familia,( sólo algunas) siempre acaba superando los prejuicios.

Ví a tantos jóvenes solísimos, morirse en un hospital que, tengo entendido, sigue igual de tenebroso..., y, cuando estaban en el final, todos intentaban buscar el significado de la vida y se daban cuenta de que no residía en la apariencia, el triunfo social o el dinero, o la estúpidez,
sino en el éxito de sus relaciones humanas, especialmente con sus padres.

Entendí que no hay que aplazar los sueños, ni buscar el significado en las cosas, sino en las relaciones humanas.

Sin padecer la enfermedad (y aún, gracias a Dios, considerándome un bendecido), todo empezó con un amigo y, a quien acompañe en ése transito durante dos largos años…

Se llamaba Armando, y te nombro, porque sé que para los padres y la hermanas, "eso te pasaba por monstruo"o el "siempre imaginamos esto", así que si les llega este mensaje, les deseo que, cuando les toque la hora de marchar, adonde sea, los que se murieron, habrá un ángel alado, quien les reciba, pero debe sentir antes, de vuestras bocas, cuánto lo han sentido, y Armando sea quién decida, si entran o nó...

Como siempre lo echaba mucho de menos y estaba preocupado, me había hecho el propósito de no dejarlo nunca, un sábado a la noche, aburrirse en su casa, o quedarse echado…y fué entonces que decidí ir a visitarlo mucho a su casa, y cuando estábamos, lo bañaba, lo afeitaba, le cortaba el pelo y la familia se impactaba tanto, siendo que solo éramos muy pero muy amigos en ésa época, (y mi ex-sentado afuera en el coche, parecíamos una pandilla de tres, a la que a veces se unia nuestra amiga de charcas) que les ayudó saber que el miedo, que él le tenía miedo a la muerte, mis actos y los de mi ex, lograban a que la suya fuera menos dolorosa.
Y yo, en ése entonces, ni enterado!!!! ...solo hacíamos...

Y fué cuando comencé a visitarlo en el hospital, que, a todos los amigos, del amigo de… que estaban enfermos y sí, me di cuenta de la importancia de que supieran que siempre estaría allí, y que si mi álma lo percibía, sabía que, ellos, a los que conocía, lo lamentaba mucho...tanto, que muchas veces me decía,
porque es , cómo cuidas a una persona, sientes como si cuidaras a todo el mundo que amas...