miércoles, 25 de abril de 2012

MIS SENTIMIENTOS SON NOMADES...

Soy un nómada de sentimientos...

Así es.
Un nómada en todos los aspectos, incluidos en los del amor, lo que hace que cada día de mis días sean de una luz distinta, y natural...

El día que murió mi mamá, me fije en sus manos ya inertes y frías, y vi que eran iguales a las mías, y esa sensación desencadenó todo lo que vengo escribiendo desde el día de su muerte, como si se tratara de realizar un ajuste de cuentas conmigo mismo, con mi pasado, presente y futuro...

Es por eso que hago pié en la premisa que hay que vivir bien con uno mismo, para conseguir que el día de mañana, tenga envidia del hoy.

Y es por eso que pretendo que mi blog, tenga la pretensión de ser una suerte de libro compuesto por viajes en mi memoria, encontrar hondas reflexiones y recuerdos sin nostalgias, explicaciones que nadie me dá, y en la que me creo ser una suerte de filósofo de la vida que lleva invertidos varios años, buscando el conocimiento a los golpes, re-explorando las cosas con una luz distinta a la que aprendí, y en realidad lo que busco es conocerme, y reconciliarme conmigo mismo...

Crecemos olvidando la mitad de las cosas y nos pasamos la vida entera tratando de recordar la otra mitad, por eso lo dejo todo por escrito, y cuando la maraña de mi cerebro entre en declive, recuerde leyendo lo que pensé en tal o cual momento...

Mi vida a sido como un naufragio, donde es una situación extrema en un ser humano, ya que aspiramos al orden del cosmos, pero nos damos cuenta que vivimos en la tensión del desorden y del caos...

Para poder sobrevivirlo, he desarrollado una conciencia nómada, es decir, la idea de que la patria no es tanto el lugar donde uno ha nacido, sino lo que uno ha construido a través de lo que va rescatando tras los sucesivos naufragios.

Lo sé desde cuando intente por primera vez, escaparme de una realidad, junto a mis padres en el año 1972, luego huí yo solo en el año 1988, en el año 2000 ( plena guerra del Golfo) y por ultimo, ésta década larga en Europa, donde el remolino del mar me ha chupado hasta el fondo y como decían los viejos pescadores, hay que dejarse tocar con los piés el fondo, y luego él mismo te impulsará hacia afuera...

Un buen consejo que me hubiera venido estupendo si me lo habrían dado de joven...

Así aprendí sobre el amor, el que siempre es una segunda oportunidad, en la que se puede ser mas libre que en la primero.
No somos un monólogo, siempre somos una polifónica.

Me parece un gran error intentar conocerse a uno mismo sólo a través de uno mismo.

¿Y saben porque?
¡Nos conocemos a través de los otros.! Sí...

Casi dividiría la humanidad en dos tipos de personas, las que están pendientes de que el mundo les pregunte cómo están y las que le preguntan al mundo cómo está.

De la muerte he aprendido que siempre nos acompaña, está aquí mientras hablamos.
La muerte forma parte de la vida, pero a menudo estamos muertos en vida, y la palabra que sintetiza la resurrección es ilusión.

De la maldad he comprendido, que sólo existe en el corto plazo. Sino, ¿quién se acuerda de la maldad de Gengis Kan?

Al ser humano en general, nos mueven pensamientos y emociones...

Los pensamientos son emociones enfriadas; y las emociones son pensamientos sin domesticar. Lo bueno sería esa unidad emoción-pensamiento, que implicaría algo ideal: la unidad cuerpo y espíritu, que son lo mismo visto desde dos vertientes distintas.

Tengo la suerte de considerarme un hombre feliz, ¿y saben porqué?

En un lugar donde se produce el crepúsculo sobre el mar únicamente durante los diez últimos días de enero había siempre un hombre que ante aquella maravilla empezaba a aplaudir y decía "¡bravo!".
Para mí, éste es el modelo de felicidad, inténtenlo, yo lo he hecho varias veces y hasta imaginé ver humo de vapor saliendo del horizonte!!!

Se puede conquistar la felicidad, y se te dará en el momento en que no buscas...
Es allí, cuando se te da el don de la felicidad, y así es con todas las grandes cosas.

He comprendido la importancia del silencio, de la hospitalidad, de la conversación, de mantener un estado de alerta del espíritu, ser un poco felino: lento, lento, para ser el más veloz.

Para los griegos la ética, el ethos, era la construcción de tu carácter, y ese fue un descubrimiento fundamental: uno tiene que actuar no según la moral de los demás, sino según el criterio propio.

Colectivamente vivimos en una sociedad en la que la gente prefiere mil veces estar en la grada juzgando que estar en la arena actuando.

Hay que estar en la arena. ¡Sí!...

A los 28 años hice un descubrimiento esencial: sentí que debía hacer un camino solitario porque no me gusta ni la moral de los fuertes ni la de los débiles, y aún me gustan menos las frecuentes alianzas entre fuertes y débiles.
Se necesitan mutuamente.

A la hora de escoger un bando, el más interesante en todos los campos no tiene nombre, incluso desde el punto de vista social, político o de las identidades.

En el momento en que uno le pone nombre esta poniendo todos los mecanismos para que se convierta en un engranaje mafioso. Fíjense en el amor. Mejor no darle nombre.

En cuando le colocas noviazgo o matrimonio, te estás introduciendo en el mundo de los intereses.

Poseer es el error en el que incurrimos en cada momento. Y el menor de ese error son las posesiones materiales, el peor son los morales y espirituales. Creo que una de las grandes dificultades que emanan de la ley de la sangre, que es la ley familiar, es que es un amor que a menudo se manifiesta como posesión.

Poseer es el mantra de hoy. No solamente se predica la posesión, sino la posesión inmediata.
Hemos creado un monstruo, la sociedad, que está muy segura de sus derechos y completamente ignorante de sus deberes.

Al final resulta que la magia o la alegría están en el mismo atardecer de siempre.

Si tuviéramos aquí la balanza de Osiris, veríamos que cada generación produce el mismo peso de las almas, es decir, el mismo tipo de sensibilidad, de inteligencia, de audacia, de curiosidad y también de estupidez, de muerte en vida...

Creo que nuestra época no es mejor ni peor, se trata del mismo amanecer desde posiciones distintas.

Como todos, me he preguntado qué sentido tiene el transcurrir. Y reconozco que el sentido, del sentido de la vida, varía mucho según el día e incluso la hora.
Pero el sentido de la vida como absoluto mejor no preguntárselo.

El sentido de la vida es vivir de manera que el mañana tenga envidia del hoy. Nos vamos construyendo y hay que restituir a la vida lo que te ha dado multiplicado.

Una vez que sepas como manejar ésto, entonces podrás decir...

SOY FELIZ!!!!! ( qué difícil, no? )