martes, 12 de julio de 2011

Aromas, sabores, placeres y colores...

La cocina no es fácil. Y suelo lograr lo que me propongo.

Aprendí a cocinar en la casa de mis padres y de mi abuela y de mis tías, por eso, reconozco hasta el aroma más sofisticado.

Todavía, incluso, los avances tecnológicos que puedan transmitir aromas más allá de una receta y, sin embargo, desde éste, mi lado, mis platos dibujan olores...Olores en el aire, y hace que los perros del edificio, se lamenten, gruñendo, no poder estar aquí, para poner esas caras de idiotas a punto de ser descuartizados, para ligar un cachito de lo que se come…Literalmente…

La gente suele oler lo que hago en la cocina y sospechan , pero no por sabor conocido, sino por su capacidad para encontrarle a cada aroma la palabra justa, la sensación inequívoca.

Es entonces cuando una hoja de albahaca aparece y me viene la imagen de cuando entraba a la casa de mi abuela...

El portal/zaguán, la gran sala que todas las mañanas tenía ese perfume inolvidable, porque le ponía albahaca al caldo o porque estaba preparando un pesto, o porque mi abuelo llevaba siempre unas ramitas del mismo, en el ojal de su saco.
Y en casa, donde vivía mi madre, hay macetas que mi cuñada pacientemente, cultiva hierbas aromáticas, y hay laurel, tomillo, perejil, y otras especias.

Desde muy chico, y muchas veces de noche, tenía que apretar las hojas hasta descubrir donde estaba el laurel que me había pedido mamá.

Digamos que he desarrollado un olfato súper agudo y... emotivo, si se quiere, y lo dice la persona para la que dar de comer no es un hábito. Es un homenaje…

En un cálido atardecer primaveral, sentado en el ordenador de mi casa, donde no tengo especias que no sean en frasquitos, activo la memoria con la misma sencillez, con la que elaboro uno de mis platos.

Y entonces, como piedras preciosas de un collar de la familia, asoman sus recuerdos de cuando me metía en la cocina y ayudaba a amasar ñoquis, o rallaba queso para robarme un cachito, del mejor “parmiggiano”, que mi viejo conseguía por hormas recién traídas de Italia.

O cuando en el colegio, para juntar fondos para ir de viaje, organizábamos tés canastas y yo ayudaba a cocinar para todas las señoras, a doña Naty, una cocinera, negra, como las cacerolas que se usaban sobre las brasas de las chimeneas...

O cuando en la primaria, como era muy malo para las actividades prácticas (labores), la maestra me dejaba cada tanto, en esa hora de manualidades, darles a mis compañeros una clase de cocina. Yo tendría 9 ó 10 años y ya, sin querer, me estaba metiendo en el mundo de la cocina…

O sea, opciones universales: un menú que tenga empanada de carne cortada a cuchillo...o de espinacas, salteadas con pimientos rojos, ricotta , nueces, mozzarella y uvas pasas…
Mil veces la de carne cortada a cuchillo.
Y fritas que es la culminación fundamental…

Creo ser generoso al compartir recetas y ofrecer un combinado de comidas rápidas y caseras, y confieso que si bien mi texto de cabecera aprendiendo a mejorar mis recetas, fue El libro de Doña Petrona, es por eso que mi abuela, mi madre y mis tías, aparecen como mis referentes.

Soy nacido y criado en Haedo, un pueblo por entonces, y sé que en un pueblo, la vida se desarrolla en la cocina: está el comedor de las visitas, las habitaciones y ese gran espacio, donde se desayuna, se almuerza, se hacen los deberes, se plancha... cuando yo era una nene, en la cocina sucedía todo.

Ahí, entre los programas de Doña Petrona y las postales familiares, siempre tuve muy claro lo que quiero, y tengo como una suerte de empecinamiento, que no es capricho.

Pero me apoyo en mis convicciones.

...Ahhhh!!!!...Nó....

Yo que soy un acérrimo enemigo de la falta de privacidad, del espionaje, y todas las mierdas que se cuecen en el mundo on line, resulta, que entre ayer y hoy, estoy descubriendo, que uno pone en el "San Gogle", el nombre de mi blog, y como si fuera una brujería, aparece??????

Y pensar que todo empezó, como una suerte de diario historico, para mis sobrinos, los hijos de éstos, y los que vengan atrás, más la familia desperdigada que tengo por el planeta y los que tengo cerca también ( hermano incluido y no tiene la mas puta idea de los parientes que tenemos y de donde provenimos), y sepan un poco de nuestra historia, y la de mis padres!!!!...Obvio, a quién sinó, al mariquita, le podía interesar?

Pero...

Si lo pienso mejor, no tengo nada que ocultar o inventar o mentir...Todo, absolutamente todo lo que está escrito hasta el día de hoy, es verdad, es amor entre ellos ( mis padres), y mi amor hacia mi familia, mis amigos, mi ex ( todo un personaje a quien se ama o se odia) y mis roomies...

Algo servirá a alguien...
Reirá, pensará, se enojará conmigo, se quedará con toda la leche en el ojo, porque no permito comentarios sobre lo que escribo (PppppRrrrrrr ), aprenderá a cocinar un huevo frito ( por allá en el tiempo, describí los secretos del mejor)...

Pero seguro, seguro, lo que mas contento me pondrá, es saber que hubieron algunas personas, que gracias a varias de mis reflexiones, se han re-encontrado con la fé y la esperanza...