martes, 31 de agosto de 2010

Yo debo ser una excepción a las cosas que afirma Darwin, porque sera todo muy científicamente probado, pero en mi? No influyen un carajo...

Asique vamos por partes:

Dice entre otras cosas que, que antes de que emitamos una pregunta, nuestras células nerviosas ya andan procesando esa situación. Y es que el cerebro recaba continuamente datos, los analiza, y va informando, cuando lo estima oportuno, a la conciencia.

Error! En mi caso, ni siquiera terminan de procesar la pregunta, que ya me la olvidé...

Por otro lado, la memoria recurre a experiencias acumuladas y las coteja con la información que ha recogido el cerebro quien, como si fuera un juez, delibera y sentencia.
Otro error, porque ya no cotejo nada, y apenas tengo información de subsistencia diaria...

Se ha visto que los sentimientos, nuestro estado emocional, influyen en esa deliberación. Por ejemplo, si vamos al súper a hacer la compra de la semana muertos de hambre, seguramente compraremos muchas más cosas de las que realmente necesitamos, de la que se desprende una recompensa. Y, por tanto, de las emociones que afectan a nuestras elecciones.

Si cada mañana los progenitores tuvieran que decidir si van a seguir invirtiendo sus recursos en los niños, tras noches en blanco, berrinches, trastadas, podría ponerse en peligro la supervivencia de la especie.
Por eso, el cerebro bloquea esa posibilidad de decisión, de valorar si vale o no la pena aguantar, mmmmm...acá creo que no sopeso tampoco nada, porque aguanto mas de lo indecible, pero el día que exploto, te clavo un puñal, en medio de los ojos, porque eructaste y me molesto, y seguro que antes lo hiciste millones de veces...

Más vale ¿una buena intuición? que mil decisiones racionales...Si yo le hiciera caso a mi intuición, sería millonarisimo, mas alto, rubio, y con aspecto de tener 20 años, gracias a los avances en cirugía plástica...

Paradójicamente, en el pensamiento occidental, la intuición empezó siendo la forma más segura de conocimiento y ha acabado siendo menospreciada como una guía voluble y poco fiable para la vida.

En muchos procesos, una memoria limitada parece ser un buen filtro para poder aprender.
Ven? Lo que yo dije siempre, procesar solo lo necesario ya que, es así como empezamos a hablar, recordando al principio sonidos, palabras y, después, estructuras simples hasta que somos capaces de construir frases. Algo similar ocurre cuando decidimos.

Nuestro cerebro se basa en la regla de que, a veces, menos es más y ante una situación le basta una sola buena razón para elegir..

Aunque despues la caguemos mil veces cien, y nos demos cuenta que lo mejor hubiera sido la del primer impulso...

Estas reglas se benefician de algunas facultades del cerebro, como la memoria de reconocimiento, la habilidad para localizar objetos móviles, el lenguaje o emociones como el amor..

Otro ERROR, así con mayúsculas en mi caso, porque según mi forma de ser, si me despisto mucho, me pierdo dentro de mi propia casa, y seguro que me puedo quedar media hora frente a al puerta de la nevera, esperando que se abra la puerta del ascensor!!!!

Una buena razón puede ser: escoge lo que conozcas ( obvio!). Nos fiamos de lo que conocemos y, en cambio, sentimos aversión por lo desconocido.
Tenemos una capacidad extraordinaria para reconocer caras, voces e imágenes, que está adaptada a la estructura del entorno. Reconocer hace posible que reaccionemos rápidamente y también que compremos una marca de leche u otra, crisis mediante...

En la naturaleza, el instinto de elegir lo que se conoce es una garantía para la supervivencia, y ni hablar de la gente que espera que los supermercados saquen el contenedor con los alimentos que vencen al día siguiente!!!!

Acordarse de enemigos o de potenciales peligros nos ayuda a evitarlos, como también identificar caras amigas o qué plantas son comestibles.

Mmmmmm...a veces...porque, ¿no te paso, que te dijeron, ojo, con ése no te juntés, que te va a cagar, y terminas poniendo las propiedades a su nombre???

Nuestro cerebro evolucionado nos proporciona capacidad para tomar decisiones, pero también la cultura. Estas capacidades evolucionadas, genéticas y culturales, son indispensables para muchas decisiones importantes y pueden evitar que cometamos errores de bulto en asuntos trascendentales ( la de veces que me equivoqué, con los bultos!!!!!)

La calidad de estos impulsos radica en la inteligencia del inconsciente, que no es otra cosa que la capacidad de saber sin pensar en qué regla basarse en cada situación. Sin la intuición, poco podemos conseguir.

Los seres humanos somos animales sociales. ( mas animal serán ustedes!!!) Necesitamos vivir en sociedad para desarrollarnos como individuos, para aprender, para ser felices.Y por eso vamos a Vernissages, donde damos vueltas, entre la gente, en una exposición de cuadros, que no entendemos de qué van, hasta que la margarita servida un rato antes, se convierte en té...

Para ello, contamos con una facultad: somos capaces de extraer conclusiones rápidas de nuestras relaciones, y saber si la persona que tenemos delante nos está mintiendo o si, por el contrario, podemos confiar en ella...Bueno, esto si no tenemos en cuenta que en la cama nos llevamos de maravillas, porque el que diga que no es importante, es doblemente canalla...

Nuestras neuronas infieren una serie de información, por ejemplo, captan si tienen la boca ligeramente arqueada o las cejas, lo que denotaría enfado o alegría, pero son incapaces de quedarse ahí. Dan un paso más y realizan inferencias sobre los demás. Y bastan décimas de segundo para que decidamos si el que tenemos delante es o no cooperador, si podemos confiar en él, si nos ha traicionado. A esa capacidad la ciencia cognitiva la denomina inteligencia social....Y la ciencia de la cirugía estética, Botox...

Pero ¿por qué hemos desarrollado los seres humanos esa capacidad? Pues, seguramente, se trate de una herencia de nuestra época más primitiva. El entorno social en el que surgieron y evolucionaron los primeros homínidos era mucho más complejo e imprevisible que el físico. Y para poder sobrevivir, tuvimos que generar herramientas que nos permitieran evaluar rápidamente si el que teníamos delante era o no amigo o qué consecuencias tendría nuestra conducta sobre los demás. De ahí que casi todas las relaciones que establecemos surjan como resultado de reacciones instintivas. Y esos instintos sociales funcionan como una especie de pegamento social...Como el que ponen en los cortes que te hacen en la cara al estirarte integra...

( fín del libro)

De verdad, Darwin, era un genio!!!!