Las razones que el padre de la evolución arguyó eran
curiosas. Por ejemplo, para desestimar casarse apuntó cosas como "quizás
discutir", "menos tiempo para conversar con hombres
inteligentes", "tener que hablar con la familia de ella",
"no poder leer por las tardes" o "menos dinero para
libros".
Y a favor, "hijos (si Dios quiere)" o
"compañía constante y amistad en la vejez". Tras revisar la lista,
acabó concluyendo que, si bien una boda supondría "cosas buenas para la
salud de uno", era también "una pérdida terrible de tiempo".
Así es que decidió que lo mejor sería… ¡comprarse un perro!
Sin embargo, lo que no podía sospechar Darwin era qué poco le iba a durar aquel convencimiento. Semanas, de hecho. Su cerebro le iba a jugar una mala pasada. Al cabo de los años, incluso escribió un libro en el que trató de explicar con ojos de científico tal misterio.
Así es que decidió que lo mejor sería… ¡comprarse un perro!
Sin embargo, lo que no podía sospechar Darwin era qué poco le iba a durar aquel convencimiento. Semanas, de hecho. Su cerebro le iba a jugar una mala pasada. Al cabo de los años, incluso escribió un libro en el que trató de explicar con ojos de científico tal misterio.
Lo que Darwin no estimó es que su cerebro tomaba decisiones por él sin que él pudiera remediarlo. En ese caso ya mucho antes de que el naturalista inglés pudiera ni tan siquiera plantearse la frialdad con la que Darwin colocó los argumentos en una balanza era más real. Y es que las decisiones, a diferencia de lo que se solía pensar hasta hace poco, no se rigen exclusivamente por las leyes de la razón y la lógica. Muchas, la mayoría, son intuiciones que, sorprendentemente, se toman desde la subjetividad. Sí, sí, lo he dicho bien: nuestras decisiones por mucho que pensemos que son fruto de valoraciones súper pensadas, son en realidad intuiciones irracionales. De hecho, todo acto consciente, por paradójico que nos resulte, es, en verdad, inconsciente. Y eso es una gran noticia que encima ahora cuenta con una explicación neurocientífica.
Nuestras decisiones son irracionales
Hasta hace poco, se consideraba que la toma de decisiones
tenía que ser consciente y guiarse por las leyes de la lógica. Que ante
cualquier elección lo más acertado era elaborar listas con los pros y los
contras, analizarlos minuciosamente, sopesarlos y sólo entonces, después,
éramos capaces de elegir bien, como hizo Darwin.
Antes se solía menospreciar el papel de la intuición y de la
irracionalidad. Y, sin embargo, ahora sabemos que esos impulsos no tienen por
qué fallar y que, en ocasiones, son mucho más eficaces que una elección
racional.
Y si eso tiene o no que ver con toda una serie de deliberaciones en nuestro inconsciente, no lo sabemos. A nosotros sólo nos llega el sentimiento de "quiero estar” “quiero tener” o “quiero tal o cual” y obramos en función de eso. En la mayoría de las ocasiones, esos impulsos o intuiciones nos conducen a la respuesta inadecuada. Y es que no se trata de otra cosa que de atajos que tiene el cerebro, estrategias que ha desarrollado durante miles de años para ser más eficaz.
Porque, si realmente tuviéramos que decidir cosa por cosa, punto por punto, poner sobre una balanza pros y contra de cada caso, seguramente, hoy no estaríamos aquí. Nos hubiéramos extinguido hace mucho tiempo. ¿Se imaginan si nuestros antepasados, ante la presencia de un depredador, se hubieran parado a sopesar qué camino tomar, o si era mejor intentar matar al animal o salir corriendo?
Y si eso tiene o no que ver con toda una serie de deliberaciones en nuestro inconsciente, no lo sabemos. A nosotros sólo nos llega el sentimiento de "quiero estar” “quiero tener” o “quiero tal o cual” y obramos en función de eso. En la mayoría de las ocasiones, esos impulsos o intuiciones nos conducen a la respuesta inadecuada. Y es que no se trata de otra cosa que de atajos que tiene el cerebro, estrategias que ha desarrollado durante miles de años para ser más eficaz.
Porque, si realmente tuviéramos que decidir cosa por cosa, punto por punto, poner sobre una balanza pros y contra de cada caso, seguramente, hoy no estaríamos aquí. Nos hubiéramos extinguido hace mucho tiempo. ¿Se imaginan si nuestros antepasados, ante la presencia de un depredador, se hubieran parado a sopesar qué camino tomar, o si era mejor intentar matar al animal o salir corriendo?
¿A qué viene todo esto?
A mi eterna lucha por el uso irracional de la
hiperconectividad…
¿Somos conscientes, que ya estamos dejando que las grandes
corporaciones, están en ello? ¿Nos extrañará cuando los aparatos decidan por
nosotros?
Seremos nada más que algoritmos, incapaces de enfrentarnos a
los peligros que el futuro, que estamos palpando día a día, que nos atropella
por el “querer” que estudió Darwin, nos invada y donde muchos jovencitos,
bebés, ¡ya ni sepan cuanto es mil más mil! ¡QUE DISPARATE!
NO RENIEGO DE LOS ORDENADORES, DE LA
MODERNIDAD, de lo que
reniego es del riesgo que todo ello implica, del aprovechamiento de esas
corporaciones que nos venden un mundo ilusorio, donde muchos se ufanan por
decir “tengo 137” de amigos, dos mil ochocientos treinta y siete “likes” o “me
gusta”, donde solo mostramos nuestra aparente felicidad, o nuestra cara más
feliz.
Si ahora se habla de los que nacieron después del 1985 como LOS MILLENNIALS, cómo llamarán a los posteriores?
Me asusta un poco, y me inquieta, ya que serán los que gobernaran un mundo, donde la gente solo pensará en comprarse un perro!!...
Si ahora se habla de los que nacieron después del 1985 como LOS MILLENNIALS, cómo llamarán a los posteriores?
Me asusta un poco, y me inquieta, ya que serán los que gobernaran un mundo, donde la gente solo pensará en comprarse un perro!!...
Como vi en una serie MUY
INTERESANTE donde todo se rige a través de ello, hay un capítulo en la
temporada nueva, donde la humanidad se rige por la cantidad de “likes” o de “me
gusta” y los que no tienen determinada cantidad, serán los marginados de esa sociedad
idílica, y serán los invisibles de un mañana, que puede ser mañana mismo, o a
la vuelta de la esquina.
¡QUE TERRIBLE!
(CONTINUARÁ...y serán de varias cosas)
(CONTINUARÁ...y serán de varias cosas)
Gracias JIM LIAO