Gozar de la vida no tiene edad y aunque el proceso
de envejecer que supone pérdidas, también puede
implicar ganancias.
Hay hombres y mujeres que pasados los 70 años
asombran por su vitalidad, su espíritu positivo, su
creatividad, su capacidad de traspasar nuevas
fronteras...
Son personas enganchadas a la vida en su sentido más
profundo que no han perdido, o han recuperado en algún momento, la
curiosidad infantil por su entorno.
Tema interesante para escribir sobre esto, no?
miércoles, 19 de diciembre de 2012
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