Gracias Selçuk Demirel por tus dibujos tan acertados para mis escritos
Se que
los que leerán esto cuando lo publique, a muchos les levantaran ampollas, pero
los acontecimientos que están sucediendo en el lugar que elegí para vivir mi
vida, envejecer y morir, me están rompiendo las pelotas y no puedo callarme.
Escribiré
sobre los políticos y sus hipocresías, no solo de los de este país estupendo (España),
sino las de muchos que se han convertido en manipuladores y llevan a la gente a
sus propios rediles.
Comencemos:
Muchas
veces hay personas con un enorme vacío moral que, tratan de exhortar a una
nación y a sus grandezas morales, cuando lo único que les interesa, es su
hipocresía patética. Casi cósmica. Y, cuando los oyes hablar, ves que de sus
bocas salen como borbotones, de la boca contraída, en un rictus de rabia, que al
final te preguntas:
¿QUÉ? ¿QUÉ COÑO HAN DICHO?...
Es entonces
cuando (yo, al menos) me doy cuenta que entre el héroe o el charlatán que,
entre hablar y articular, hay una diferencia abismal.
Sobre todo cuando dan un
discurso y mueven las cabezas siguiendo los escritos de los teleprompter (
teleprompter= pantallas pequeñas que están al lado de las cámaras con el
discurso escrito por otros) y, qué cosa más indignante, ver esas cabezas que se
mueven como esos ventiladores eléctricos, de apunte en apunte, como un monigote
de feria.
Los veo, me
dan pena y pongo la MTV.
Me dan pena porque su era es la era de la indecencia,
de la desfachatez, de la mentira, del “me importas una mierda” …
La humanidad ha sufrido una larga caída, los poderosos han logrado el
mayor éxito, con la inyección del miedo en la psique mundial.
No se imaginaron que, con la ayuda de las redes sociales, harían que
los miedos fueran contagiosos y, que con esas mismas redes, otros tuvieran la
culpa de los males que acechan a cada continente, a cada país, a cada
comunidad, a la población en general.
Tampoco imaginaron que las redes ayudarían a llevar a bufones, con
instintos salvajes a gobernar.
Así, de repente, nos preguntamos, ¿cómo llegamos hasta aquí?
Yo en estos días me he dado cuenta que fue de dos maneras. Primero poco
a poco y, luego, de golpe.
Al inicio habrá sido por algún resbalón cometido
por algún legislador, que precipitó lentamente la cuesta abajo, con una guerra
descabellada de dialéctica, implosión económica y financiera global, la
recesión que trajo aparejada la ansiedad, la polarización.
Polarización…
Muchos gobernantes de muchos países, decidieron que todo volase por los
aires y que era mejor que todo estallara, antes que tener más de lo mismo.
Fue allí, cuando las cosas se precipitaron.
La
gente hace cosas descabelladas y, ni hablemos de los que tienen la sartén por
el mango, aprovechando la pasividad de los ciudadanos de no haber estallado
cuando correspondía, siendo muchas veces tarde. Demasiado tarde.
Entonces de repente nos damos cuenta y nos preguntamos (los que no tenemos nada
que ver), de dónde surge ese miedo y, nos damos cuenta que, el santuario que
significa la democracia, la libertad, la igualdad y la fraternidad, es una
amenaza que puede caernos del cielo azul y que se convertirá en la pérdida de
esas victorias conseguidas con tantas muertes, millones de muertes en guerras
atroces.
Qué poca memoria la de los políticos.
A estas alturas y como está en planeta, creo que
no existe manera de ganar batallas, ni guerras, ni enfrentamientos civiles, ni
discursos bufonescos. Se ha perdido la confianza. Se ha perdido la autoestima.
En esta era, donde la tecnología y las
comunicaciones a través de las redes, pueden convertirnos en una invitación
infinita, a sentirnos inferiores a ellos, o no cuidados, que es lo que deberían
hacer. Que para eso los hemos elegido y les pagamos y, sin chistar, hasta soportamos los sobres por debajo de los escritorios.
Ya lo hemos visto, el primero que lo hizo fue
Obama, uno de mis lideres preferidos, donde vio que ese nicho era una buena
herramienta para explotar.
¿Pero los payasos que hay ahora? ¡POR FAVOR!!!!!
Los desasosiegos, el miedo, y el amasijo que
nuestros estimados lideres explotan fácilmente, les sirven a sus instintos a
buscar la debilidad humana primaria.
El miedo.
Recuerdo una frase de Hemingway, que escribió:
“Durante el
día, es extraordinariamente fácil dárselas de duro sobre cualquier asunto, pero
por la noche es otro cantar”.
Cuando los cielos oscurecen, es bastante difícil
no hacerle caso a las verdades que ha ocultado.
La grieta social, ésa que separa a unos de otros,
a los que piensan y actúan diferente, sean del color, credo, raza o religión
diferente a las de uno.
¡ESO ES TERRIBLE!!!!
Para concluir, me doy cuenta que nunca estaremos
lo suficientemente lejos de aquellos que pretendemos odiar, como parece que a
veces, tampoco de los que amamos.
Pero como siempre he sido un superviviente, allí
estaré.
Estoico, valiente, imaginativo y decente.
Es la única manera en que las sociedades
florecen.
By Edward Gorey