martes, 23 de octubre de 2012

EL CEREBRO HUMANO...



Siempre me engancho a los buenos documentales del Discovery Channel, y coincido con lo que dijo Robin Williams, eterno depresivo, un cantante famoso, que lo tiene todo, y aun así vive sumergido en las horribles marañas de la depresión...

Cuántas pastillas venden y qué poco saben del cerebro!!!!...

Como siempre suelo decir, tengo la edad que tengo y varios créditos sin pagar, pero la única diferencia entre usted y yo, es que yo, si no muero antes de otra cosa, ya sé de qué moriré... Tengo un par de amigos y familiares que me aman, me dijeron que tengo varios cartones de bingo completos para padecer demencia senil, dado que geneticamente, por parte de mi madre, el setenta por ciento lo han padecido en diferentes grados... Mi madre murió de eso...
Nada especial: si llegan a los 80, una de cada cinco personas, la sufrirá. Y seis de cada diez perderán funciones cognitivas. Como todo el mundo.

Se que algún día hablare un poco despacio, y que preguntare: "¿Cuántos sobrinos nietos tenemos, cuatro o cinco?". Y quizás altere la secuencia temporal de mi relato (o yo no me entere, que también es posible), pero puedo afirmar que yo seré uno de los más brillantes y articulados dementes... jajajaja! Aunque confunda alguna fecha... Como todo el mundo.

Pero me pregunto: ¿Es alzheimer?
Antes hablábamos de demencias; hoy, por intereses de farmacéuticas y lobbies, el 70 por ciento se etiqueta como alzheimer.
Se que soy un autodidacta en miles de cosas, pero no había notado nada raro. Fue mi sobrina, que sólo me veía de vez en cuando, la primera que detectó mis fallos de memoria. Por ejemplo. Tenía cita con un médico y fui a otro. Ya sé, puede pasarle a cualquiera. Eso pensaba, antes de saber el diagnóstico.
Pero no me asusté. Quise asumirlo con naturalidad. Tal vez sufriría algún despiste, pensé, pero podría continuar con mi vida normalmente.
La única vez que me asuste, de verdad, fué cuando me despiste en mi propio barrio, y tuve que acudir a un patrullero de los Mossos de Escuadra ( así se llama la policía local de Barcelona) para que me acompañaran a mi casa...
Allí fui a mi medico con todo un bagaje de preguntas a cuestas, y termine en la Fundación A.C.E., una de las primeras a nivel nacional Español, en este tipo de dolencias. Y descubrí, que para empezar, que no me iba a morir. Me habían advertido que la esperanza de vida, tras el diagnóstico, eran diez años de media y en mi caso al ser detectado tan tempranamente, podrían ser muchos mas, y si además, en el interín se descubría la cura...

Tan mal parado no estoy ¿verdad? Comprendí también que no era cierto, ya que comprobé que el alzheimer se diagnosticaba de media a los 72 años ( yo por entonces tenia muchas décadas menos), así que era cierto que la mayoría moría diez o quince años, después del diagnóstico, pero ¡porque ya tenían 82!...
Era falso decirme: "Sólo te quedan 10 ó 20 años" cuando la estadística decía: "Un alzheimer vive tanto como cualquiera".
Mi segundo miedo, fué cuando espere la respuesta a saber en qué condiciones. También cuestioné ese destino horrible de pasear desnudo por la calle; perder el control de los esfínteres y pegar a mi familia... Y no es así... Cada cerebro es único.
El mío durante estos diez años no se ha degradado tanto ni el de la mayoría de los pacientes con los que hablamos en el consultorio. En cambio, cuando revelas la dolencia, todos te ponen la “L” de loco en la frente y esperan que te desnudes en la próxima esquina.

El tercer miedo, fue darme cuenta de los amigos... Si me hubieran amputado un brazo, me ayudarían, pero al oír alzheimer, los malos amigos huyen a veces con una excusa tan fácil como "no quiero que te sientas mal al no poder seguir mi conversación". Y mi cerebro no se pierde en las charlas, a veces pierdo facultades, pero mantengo intacta mi necesidad de cariño. Lo que mas me pasa es que yo, Osvaldo, puedo confundir sus nombres y caras, pero sigo siendo yo, el amigo que los necesita. Además: ¿cómo saben que los confundo?, ¿cómo saben qué pasa en mi mente? En realidad, del cerebro no sabemos casi nada. Y ante la pregunta que muchos se hacen: ¿Es bueno que te diagnostiquen un alzheimer pronto o mejor no saberlo?

La tendencia es avanzar el diagnóstico y saberlo te permite preparar a tu familia, aunque la mía reaccionó con horror y una especie de extraña vergüenza. Luego aprendimos juntos y me ayudaron a seguir.

¿Qué diferencia hay entre ustedes, y nosotros, diagnosticados de alzheimer? Ustedes no saben de qué morirán y yo ya sé que, si no me atropella un autobús, y vivo diez, veinte, treinta años más... al final acabaré muriendo de alzheimer. La única diferencia no está en la realidad, sino en ese estigma.
Si fuera artritis, ni se fijarían, y lo cierto es que el alzheimer, durante años, no perjudica más a la convivencia que una artritis. Tal vez te equivoques de hora y de sitio alguna vez, pero eso no te impide seguir lúcido en muchas otras cosas.

Me preguntaron en una de las charlas del grupo, si el tener educación superior ayudaba y lo que más me ha ayudado es reunirme con otros enfermos e intercambiar experiencias. Vimos que perdíamos memoria, pero seguíamos siendo nosotros mismos. Y nos reímos a carcajadas con nuestros olvidos!!!

Decían que la cultura ayuda. Quienes tienen más educación tienen más capacidad de disimular la pérdida de funciones cerebrales. Eso es todo.

¿Que si se curará algún día el alzheimer? ¿¿¿La verdad??? Ni siquiera estoy seguro de que sea una enfermedad. Es una consecuencia de la evolución. Evolucionamos para vivir 40 años y, en sólo dos siglos, el progreso científico nos ha permitido vivir el doble. Y algunos cerebros simplemente no logran adaptarse a esa longevidad sobrevenida. Otros órganos podemos curarlos o reemplazarlos, pero nuestro cerebro es demasiado complejo.

Por ahora, al menos no hay ni una línea investigadora que prometa su cura, hemos gastado billones en curar la enfermedad sin resultado. Ahora deberíamos dedicar más dinero a mejorar la vida de los enfermos. Antes de soñar con un improbable mundo sin alzheimer, habría que asumir que en este mundo hay enfermos y ayudarlos. Pero también hay farmacéuticas...

Entonces la inevitable pregunta: ¿Por qué la investigación no avanza? No creo que nuestro cerebro sea capaz de desentrañarse a sí mismo.
Apenas sabemos nada de él.
Tomamos millones de pastillas para la depresión, por ejemplo, sin saber cómo funciona nuestra mente.

Lo más misterioso????....


Que cada persona sea única y su vida,irrepetible...

Yo espero que por un buen tiempo no tenga que repetir una nueva mudanza!!!! Y menos que menos, dos en tres meses!!!!
Ahora, que con mi ex, llevamos un 75% de orden en las decenas de cajas, paquetes, cajones, y comenzó la etapa de la pintura, puedo sentarme a escribir, algo....Por fin !!!!
Ya sabemos, soy un inútil, a mi no me vengan con nombre científicos de herramientas, que no se distinguir entre una “francesa” o “una inglesa” , y ni hablar si tengo que hacer algo porque se me dió por hacer un poco de bricolaje...
Eso si que es apretarme yo mismo las pelotas, dado que puedo estar ( lo estuve) tres días, para armar tres estanterías!!!!!!...

Por cierto ustedes sabían que existen esos hierros en forma de “L”, que traen un caño por allí, que sirve para reforzar lo que se pondrá pesado sobre la estantería que estemos armando????
Yo me entere la noche que a las cinco y media de la mañana, se me cayeron encima de mi ( las había colocado sobre la cama a una distancia prudencial, eso si...) decenas de libros!!!! Realmente, admiro a la gente que de la nada pueden hacer un cajón, una instalación que funcione, lograr pintar una pared como corresponde, y no terminar uno siendo parte de la pintura “Picassiana”...

Ayer nomas le contaba a mi ex, que cuando era chiquito, siempre me ponían a observar a mis hermanos, al mayor sobre todo que era un genio, dado que podían traerme un caza bombardero en trocitos, y al cabo de un tiempo lo dejaba nuevo y por ahí hasta con propulsión a la velocidad de la luz... Luego estaba el del medio, que por cierto recelo o competencia ( entre ellos había solo 5 años de diferencia) lo lograba y además se ponía feliz como perro con dos colas!!!!
Yo, en cambio, y como nací mariquita ( no es la excusa, eh?) odiaba mancharme de grasa, o golpearme los dedos, y claro, siempre me decían que era un inútil!!!!... Y yo, convencido, me preguntaba siempre, para qué voy a aprender, que si no lo hacen ellos, siempre habrá alguien a quien se contrate para que lo haga!!!!

Vicisitudes de haber nacido, en una familia con dinero y que podía pagar lo que quería o necesitaba. Caprichos o no...

Y así pasaron los años...Desarrolle una alergia tremenda al polvo, y cada vez que alguien movía algo y levanta ese polvo de mierda, hasta el estornudo número mil y pico, no paraba...

Pero como todo, lo bueno se termina y tuve que rebuscármelas, aprender a hacer cajas de mudanza y organizarlas, luego de la primera de mi vida, donde nunca sabía dónde estaban los calzones o el plato y las cucharas...

Convengamos también, que no tengo la mismas ganas, fuerzas y ánimo para emprender cosas de éste tipo.