martes, 31 de enero de 2017

EL BAILE DE LA SILLA



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¡En dos días recibí dos garrotazos en el alma!!!
Todos los que me han leído, saben que mi familia está desperdigada por medio planeta, de hecho, yo también lo estoy.
He hablado por video conferencia, como casi todos los domingos con mi prima, para interesarme por la salud de mi tía, la hermana de mi mamá.

La misma que tuvo un marido ejemplar durante más de seis décadas y que era el mejor amigo de mi padre, quien murió hace varias décadas también y, quien, en el velorio, grito: ¡Se murió mi mejor amigo!

Pues bien, yo esperaba encontrarla como siempre, quejosa, peleona, y cada vez más parecida a mi madre, pero…

Pero, estaba ingresada en una de las mejores clínicas de vanguardia, donde acuden muchos famosos, con un ataque de A.C.V….

¡Cómo son las cosas!, su hermana, mi madre, murió de lo mismo.
La diferencia es que a mi tía no le provocó hemorragia cerebral, pero si parálisis en la mitad del cuerpo.

No solo eso, sino que, además, me enteré de casualidad que su hijo, el hermano mayor de mi prima, mi primo, tiene cáncer estadio dos en el colon y que está con quimioterapia.

¡Otra que garrotazo!!!!

Es verdad yo estoy lejos, mucha información sobre la salud de todos no se me brinda, ¿porque qué puedo hacer? ¿Subir a un avión y estar allí? En el fondo, ¿qué resolvería?

Con mi madre estuve allí al día siguiente de su ataque y la encontré en estado de coma…Y,
¿Qué logré? ¡NADA! SE MURIO ASI, SIN MAS…
Quince días exactos.
Al menos unos cuantos días antes me reconoció y pude despedirme…

Entonces comencé a pensar en Dios y en el círculo de la vida, como el juego de la silla, ese baile donde la gente juega bailando alrededor de ellas y, alguien del grupo va quitando una y el que es más lento, en cuanto deja de sonar la música sale corriendo a sentarse y si no lo logra queda fuera…

Pues bien, así le dije a mi prima…Nena, ¡estamos ya en el último circulo!!!!

Y pensé en Dios…

Dios nos dice a través de sus escritos que éramos tierra y que de allí provenimos y que allí volveremos, y creo que debemos convertir la idea de Dios en algo más personal, lo mismo que con la tierra.

En el génesis, dice: …” Y Dios, hizo unas figuras de barro y agua, con aspecto humano y, sopló tres veces, y así dio vida al primer ser humano” …

En el cristianismo, se cree que Dios tiene unas habilidades mucho mejores que las humanas y muy mejoradas, pensamos en Él como una gran conciencia y, que nuestra gran preocupación durante milenios, es la salvación para conseguir la vida eterna, más allá de la muerte, pero cuando llega el preámbulo a esto, y pasan las cosas que pasan decimos o pensamos que es ¡todo una mierda!!!!

Nada más humano.
Todo tan poco divino.
Un Dios que es muy poco humano y, también, poco divino.

Claro, nos enfrentamos irremediablemente a cuando nos llegue el turno, y lo único que queremos, es que esa persona que queremos no sufra, y lo mismo para nosotros.
Sin ir más lejos, yo siempre les digo a mis mejores amigos y amigas (dos o tres) que, llegado el caso, se hagan los idiotas y les den una patada al enchufe de la máquina, que me mantenga respirando.

¡Ups! Fue sin querer…

Es que, al pasar esas cosas, es cuando estamos relacionados de alguna manera a Dios (cristiano, o de la religión que sea) y, tendemos a pensar, que se exilió del ser humano y, de ese momento. ¿No?

Hasta ayer, yo no lo había visto de ese modo, y de repente se me encendió la lamparita, cuando mi prima me dijo que rezan mucho por mi tía, y le dije que en situaciones así, era ridículo, yo lo viví de ese modo, con mi madre porque se murió igual. Y lo mismo que mi papá y tantos que he enterrado a lo largo de mi vida.
Es como si fuera “la hora señalada” …

Por eso creo que, esa idea de un Dios personal, es que divide el tiempo de la eternidad. Esa misma que hace que el tiempo trascienda al fin del tiempo, donde queremos creer que ése, el tiempo divide, la línea que separa la vida con la eternidad.
¡QUE TODOS SEREMOS ETERNOS!

Pero lo único que nos trasciende es que nosotros volvemos a la tierra, del modo que sea, y que la tierra al ser lo evoluciona en algo vivo y, será la creación la que nos trasciende.

El alma, el espíritu, o como mierda lo quiera llamar cada religión es lo importante. A mí me sirve y creo firmemente, que me encontraré con todos.

Creo que los fervientes creyente católicos, apostólicos y romanos, ¡bah! los cristianos católicos, deberían re-imaginar a Dios, dejar de pensar en ese Dios personal, que nos oye cuando lo invocamos, para pasar a creer en un Dios impersonal, al misterio creativo, que nos carcome desde que abandonamos nuestras cunas hace más de doscientos mil años del corazón de África y, fuimos de un sitio a otro desparramándonos (Darwin)…

Deberíamos ser más respetuosos con la tierra, creo que es más importante que machacar determinadas ideas religiosas.

Las que ya vemos, que por culpa de los dioses del Olimpo (así quedó bien con todas las religiones, ya que ¡son un montón!) invocando cada precepto de cada uno de ellos; la gente se mata, los bebés mueren a montones, y los ancianos que lo resisten, emblanquecidos por culpa de la explosión de alguna bomba terrorista ( de las "legales" lanzadas por bombarderos)  y miran en las callejuelas polvorientas que, de su hogar y su gente solo quedan escombros.

Y cuando hablo de Dios, me refiero al Dios del que nos habló Jesús, diciendo que está con nosotros, con la naturaleza, con los jazmines…y eso es un Dios impersonal, ¡no está con nosotros todo el tiempo!

Nos habló del no-egoísmo, del desprendimiento de preocupaciones particulares, y de que seamos capaces de dar la vida por otros.
¡Mi prima lo está haciendo!
Yo lo hice también en su momento.
¡Y así millones de personas!

Así comprendemos, dado un momento que, Dios es adverbio y como dice el Evangelio según San Juan “Dios es Amor”. Por eso cuando uno actúa divinamente en casos como estos, encontramos consuelo, porque comprendemos que Dios existe…Se crea o no en Él…

Es un pensamiento y ¡una idea muy linda! ¿No?

En el Evangelio de Tomás, nos encontraremos con infinidades de esas referencias, cuando escribe e hizo hincapié en los dichos de Jesús.
Y da a entender que todos somos hermanos de Jesús, y Él es también gemelo de la naturaleza (otra vez Darwin)

En definitiva, Santo Tomás, da a entender que no hay que preocuparse tanto de cielos, o de infiernos; de castigos o de pecados; sino de estar iluminados y deshacernos de los malos pensamientos.
Santo Tomás está en el nuevo testamento y los interpreta.

Y es por todo esto, incluso basándome en el sufismo, que repito lo que escribí más arriba, ¡ya ni me acuerdo cuándo, aquí en éste blog!


Ojo, que mucho de lo que escribí ahora es porque que soy algo adicto y, presto mucha atención a los documentales del Discovery Channel y todos los de ésa cadena y hace poco vi uno sobre la espiritualidad japonesa...No es que yo sea un estudioso de ello...

Contaba más o menos esto:

Ikkyu, fue en la época de este monje, hijo bastardo del emperador número cien.

Uno de los príncipes, hijo legítimo del emperador, había organizado un “party” y le dijo al monje, Oye: ¡tú estás invitado a la gigantesca conga!
El monje apareció al “party”, vestido de homeless, que duerme en cajas de cartón, y el príncipe enfadado, lo echó a la mierda…

El que sería, su “hermanastro” pero bastardo, que se basaba en que, hay que, juzgar sin juzgar, siendo un espejo de los otros. Volvió con buenas ropas, se las quitó, se quedó en bolas y las dejó en la silla. "¿Qué haces????", bramó el príncipe, mientras Ikkyu se iba en bolas. "Yo te había entendido, que me habías invitado a mí, pero, me equivoqué, ya que invitaste a mi look, así que aquí lo dejo", fue la respuesta del monje.

¡¡¡GRAN LECCION!!!

PARA QUE NOS ENTENDAMOS, los occidentales, (nosotros) los guay; o posta; o por ser el o la “IT”, es lo que está de acuerdo con nuestros principios. 
En cambio, para los filósofos orientales (los japoneses o chinos) el ideal es lo que pasa de corazón a corazón.

Por esto, es que cuando hablo con mi prima, me doy cuenta que yo lo aprendí y, que ella hace ya bastante más que yo y, es a alejarnos un poco del racionalismo de la religión y tener más confianza en la bondad del corazón.


Así que mi querida prima, a la que desde chiquitito amé (¿habrá algún complejo o trauma cuando eres chico que sea como el del síndrome de Edipo, pero con primos?) puedo decirte que sé, que cuando el corazón habla, el raciocinio comienza...

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