miércoles, 1 de agosto de 2012

El retorno a lo antiguo

Mi abuela cuando vió por televisión, en blanco y negro, cómo aterrizaba el Apolo XI en la luna, dijo:...” Dios mio! Ya no existe más el mundo! Han agujereado el cielo!!!! “...

Era la época en que creíamos que a éstas alturas, vestiríamos ropa “design” muy al estilo de Paco Rabanne, y que comeríamos píldoras de colores en vez de alimentos; que a New York, podríamos viajar debajo del océano atlántico y seria cruzado por un túnel; que en la luna tendríamos hoteles 5 estrellas y viajaríamos en naves espaciales de Pan Am...y así hemos llegado...

Al 2012/2013, pues!

Mi teoría, es que poco a poco, nos estamos queriendo resistir a esas cosas, ya que eso que se suele decir que “todo tiempo pasado fué mejor”, está convirtiéndose en una realidad abrumadora con los sucesos que nos hacen sentir tan inseguros, en tantos aspectos...

Sino, me pregunto ¿Porqué la cultura vive enganchada a su pasado? El reciclaje y la nostalgia se adueñan de todo. Ropas vintage, sonidos añejos y tecnología antigua viven un nuevo esplendor.

No solo seguimos volando a Nueva York en aeronaves, sino que hemos recuperado el tranvía. Además escuchamos la música de nuestros antepasados, vestimos su ropa y cuando compramos un amplificador para el iPhone nos hacemos con uno con aspecto de radio de los años cincuenta.

Si todo esto no es un motivo para explicar nuestra actual obsesión con el pasado, es que este nos hacía sentir mas felices, seguros, sin el oscurantismo individualista del presente, entendiendo que a través del arte pop que disfrutaron nuestros padres, nos ayuda a dar sentido a cosas que van demasiado deprisa.

El futurismo que ha dominado gran parte de la cultura popular del siglo XX ha muerto, salvo algun que otro excelente film, como por ejemplo la aún no estrenada ( en España)"Prometeus" de Ridley Scott...

Si pensamos en cómo será el mundo de aquí a cien años, la mayoría de nosotros nos quedamos en blanco o te dirán su visión al respecto, los enfermizos de la ciencia ficción, como yo...
Pero si se lo preguntabas a nuestros abuelos, te hablaban sin dudar de coches voladores, vacaciones en la Luna o congelarte para despertar en el año 2000!!!!.
Queremos la utilidad de lo nuevo con el aspecto de lo viejo. Lo nuevo es la herramienta, y no tanto lo actual, que es la sumatoria de lo actual y lo antiguo.

Muchas veces he hablado sobre "la Red" como si se tratara de la futura arqueología contemporánea, donde en la historia no habrá otra cosa que pensamientos “en la nube”.
Corremos el riesgo que no existan libros donde explique cómo se explora con el tacto, el oído, el gusto y el olfato!!!!

Por eso hablo de “herramienta”, dado que con la actual obsesión por la historia y la memoria de nuestro pasado, el pasado está disponible on line.
En términos de música, es fácil escuchar todo lo que se ha grabado, lo que hace complicado centrarse o ahondar en estilos musicales concretos.

Así, es complicado formarse una identidad musical, algo de lo que carecen muchos chicos y chicas desde estos últimos 10 ó 15 años.

No es posible dar una respuesta imaginativa a tantos estímulos y saturados de tanta información e incapaces de decidir qué versión del pasado (ajeno) se quiere ser, se desarrollan valores como la atemporalidad o el eclecticismo, además, claro, de iniciar una carrera enfermiza por ver quién es capaz de mezclar más piezas de diferentes décadas en un mismo estilismo o más representaciones musicales en una canción, por ejemplo y así con todo, ni que hablar si nos adentramos en lo económico, espiritual, social, etcétera....

Se ha creado una especie de competición por ver quién recupera cosas antiguas que nadie conoce. Como hay tanta gente que invierte emocional y profesionalmente en esta búsqueda, se ha desarrollado una clara tendencia a celebrar lo mediocre.

Se trataba de otorgar una segunda oportunidad al pasado, que pasó desapercibido. Pero al final es una forma de definir el presente mediante descartes de épocas anteriores.

Como dijo Raphael Samuel, es, de hecho, un intento populista por arrancarle la historia de las manos a los historiadores profesionales.

Si consideramos que las más populares aportaciones en diseño, moda o la música de esta década han sido revisiones más o menos logradas de mitos antiguos, ¿cómo sentamos las bases para que el futuro nos haga un cosquilleo emocional?

Me explico: Es como si fuéramos conscientes de las cagadas del presente, que necesitamos rellenar esos huecos, con elementos antiguos.

La tecnología se ha apoderado del discurso.
Hablamos de cómo escuchamos música más que de la música que escuchamos.

La tecnología se ha hecho con los tiempos de la moda y de la lógica de progreso que, en términos culturales, ejemplificó la música tan añorada por todos los que lo vivieron y nó, que fué la música del período sesentero al ochentero.Al menos hasta 1988, cuando hasta los “Depeche Mode” decidieron parar y mirar atrás.

Así, si hoy la tecnología es pop, tal vez se encuentre en ella el retro de mañana. "Al hablar hoy de música o de diseño no puedes obviar la tecnología.

Su entrada en este universo es tan fuerte que hasta empieza a producir sus propios revivals, como el del primer iPhone.
La carcasa metálica se antoja mucho más atractiva que las posteriores versiones, hasta el punto de que Apple ha vuelto a recuperarla, lo he visto en el nuevo store inaugurado, hace muy poquito, en el Paseo de Gracia de Barcelona!!!!.

Vamos a encontrar formas de evitar el software obsoleto para poder utilizar hardware retro...
Como cuando admiramos y vemos viejos diseños de Paco Rabanne.

Estoy convencido que seguiremos mirando atrás, no porque sea mejor, sino por lo mismo que nos obsesiona, la idea de que los bombeos del corazón se repitan o el movimiento de los pulmones no se detenga: somos seres que buscan curvas cerradas, hechos que se repitan (eso hacen las ciencias, por ejemplo); lo que no se repite no es entendible.

Esto, a veces, deriva en una maniática depresion/recreación, como el caso de la nostalgia enfermiza.