domingo, 13 de enero de 2013

¿VIVIR SIN ESPERANZAS?...



Existen centros culturales, aquí en Barcelona, donde van importantes figuras nacionales e internacionales a dar charlas, conferencias, etc...

Hace muy poco comencé el año asistiendo a la de un economista filosófico, cuyo nombre es imposible de recordar y que para colmo, no guarde el folleto de su biografía. En fin...

Fuí con la idea de buscar un poco de esperanza, pero se hizo de noche, terminó la charla, volví a casa y saben qué...No nos la dió!!!

En resumidas cuentas, se llegó a la conclusión que el ser humano es muy frágil, el temor a la muerte lo domina y esa es la razón de muchos conflictos... Dijo que el ser humano, tiene que aprender que se puede ser feliz, entre otras cosas.
Puede tener compasión, pero no conviene sondear las almas, ni buscar sentidos, todo no es más que casos.

Yo creo que perdí mi felicidad, cuando murió mi padre, y las muertes comenzaron a invadir mi vida. Me hubiera gustado decirle a mi padre que toda la sabiduría que tengo ahora, se lo debo a él.
O saber que mi madre entendió, en sus idas y venidas del sopor provocado por la morfina que le dieron antes de morirse, que yo estaba orgulloso de ser su hijo, y que ella era mi felicidad y mi admiración...

En otros términos, este hombre en su charla nos dió a entender que los seres humanos, en algún momento de la vida somos reeducados, y ante lo inevitable que es la muerte de quienes uno ama, es allí donde uno comienza a comprender a la sociedad.

También, es cierto, hay otro métodos de reeducacion como el mal que causan las ideologías, la política, la revolución.
Un mal mucho más cruel que las tragedias naturales, éstas son mas llevaderas pero las que infringen otras personas, como es el caso de las torturas, son mucho peores...
Se ha dado el caso de ciudadanos comunes que se convirtieron en torturadores.
Uno los sufre a diario.

La política envenena a la gente, puede llevar a toda una nación a la locura.
Los europeos se han pasado el siglo XX matándose en nombre de la justicia. En éste siglo que recién tiene 13 años, se mata en nombre de la economía y la justicia pasa a un plano adyacente.

Lamentablemente, no podemos organizarnos sin política. Es prácticamente imposible, todo el mundo persigue el poder y para conseguirlo se organizan en partidos políticos que, a través de la ideología, movilizan a las masas.
Y esa masa es como las hormigas.

Es por esto que, poco a poco, estoy perdiendo la fe en la raza humana, ya que en su naturaleza habita el mal, el infierno no es sólo los otros, también está en uno mismo, y uno debe de ser consciente.
Tenemos la obligación de despertar la conciencia.
Hay que salir de los ismos.

Es esencial conocer la condición humana, saber que un verdugo no es el diablo, es un ser humano. Sino miremos un poco lo que sucede en China, y vayamos a la época de Mao Tsé Tung, que no era ningún loco, era un hombre muy inteligente que conocía bien las debilidades humanas, sabía del mal que albergamos; por eso fue capaz de manipular a todo un pueblo para obtener el poder absoluto.

Tampoco vayamos tanto hacia atrás, ya que tenemos en estos días, políticos, que sin ser Mao, manipulan, dividen y reinan...

Será que sus libros de cabecera son los de Maquiavelo? Yo les aconsejo leer “ El Arte de la guerra” escrito hace miles de años por Confucio...

No podemos cambiar este mundo, sólo despertar a nivel individual la compasión y la conciencia, y ése es el papel que deberíamos tener todos!!!!

No debemos ser elitistas, tenemos que ser individuos como todos, más lucidos, con criterio y no permitir a nadie que nos definan como “la masa”...

Esos que hablan de nosotros como “las masas”, generalmente los políticos, que como los que hay aquí en España, y tuvieron el coraje en un plenario de diputados, referirse a los derechos adquiridos y ante el riesgo de perderlos con el término “QUE SE JODAN!!!!...”, esos que los distingue la maldad, la locura, el sinsentido, todo eso DEBE QUEDAR ATRAS... 
 Necesitarían, estos mismos, una nueva vida y aprenderse de memoria las enseñanzas de Confucio...

A veces creo que yo he tenido más de una vida.
Estoy viviendo mi tercera vida: la primera en Argentina, la segunda en el exilio y la tercera ahora, donde me encuentro en riesgo de exclusión económico/social...
Como muchos en España y muchos otros países, que si Dios quiere pondrá fin al exilio, que me hace conocido en el mundo, a través de éste, mi blog...

Releyendo, de vez en cuando lo que he escrito, veo palabras que tienen mucho sentido, o que me duelen, porque la verdad es inmensa, pero la ley universal no se puede conocer.

Esta sociedad humana no puede prever la guerra ni detenerla. La guerra es muy estúpida, pero hacemos la guerra entre las naciones, enarbolando los estandartes de la "austeridad" y de los recortes económicos.

El mundo es estúpido, el hombre es estúpido, y hay que ser consciente de eso.
Por eso lo único que busco es no ser un estúpido sin remedio, porque sólo nos queda controlarnos a nosotros mismos, siendo lúcidos.

Si uno no es consciente, es siempre desgraciado, si somos conscientes tenemos la posibilidad de cambiar y de ser feliz.
Por eso cuando escucho a la gente decir que lo único que provoca felicidad es el amor, sé que el amor no es una creencia, es un diálogo.

Es necesario que en el mundo haya una revolución global, pero no creo que la próxima gran revolución será la de los chinos. No lo creo.
Las revoluciones triunfaron en otros lugares en el pasado, por ejemplo en Egipto porque tenían un gobierno lúcido que fue capaz de retirarse.

Tampoco creo en la posibilidad de que la gente se rebele contra la injusticia, porque la revolución rusa o la francesa ¿fueron positivas? Miradas con distancia, ¿de verdad podemos creer que ese terror fue necesario? Hay que desembarazarse de las ilusiones.

Y cuando leo sobre los chicos “Ni-Ni” la única esperanza que podemos ofrecerles a un joven de 20 años, es decirles que abra mucho los ojos para mirar el mundo, que no se crea lo que le dicen, que reflexione por sí mismo.
Yo creo en la juventud, todos hemos pasado por ella.

Quiero aclarar que no soy un hombre desesperanzado!!!!...
Prefiero la lucidez a la ceguera. Todo lo que he hecho desde que me fuí de mi país, no lo habría podido hacer si me hubiera quedado a luchar por la libertad.
Por lo tanto se que la democracia es un valor, un progreso.

Aun así, los occidentales tenemos una tradición de democracia muy antigua que no tienen países como los que profetizan, que serán otros los que revolucionaran el mundo, como China, la India o tantos otros países emergentes.

Asi que, de todas las revoluciones puedo decir que la democracia, cuando el pueblo eligan a sus gobernantes y que éstos antepongan el bien de su nación, den sus propias vidas por el ideal de su pueblo, y que además estos mismos gobernantes sepan cuidar con amor a sus familiares, (ya que si no lo hacen, cómo podemos esperar que cuiden a un pueblo) será solo allí, donde podremos decir que la democracia es una conquista...

Mientras tanto solo seguirá siendo una tradición.

Así soy, así pienso las cosas, y no puedo decir de mi que soy un desesperanzado, porque la vida misma, merece la pena.

Sólo tenemos una, eso la hace preciosa.