domingo, 29 de enero de 2017

ET IN TERRA REVERTIS




Estas son aportaciones a quienes como mi primo Rocco, la están pasando mal, y son de acuerdo a mi experiencia propia. 
Resultado de imagen de Jimmy Liao
Gracias JIM LIAO POR ESTE DIBUJO

Sé que no va a ser nada fácil despedirme de ese amor que siente que se agotó, como cuando uno entierra a sus muertos marchitos y, te sientes incontrolable, insolente, insoportable y, porque ya no sé si quiero seguir mirando hacia adelante o qué.

Hoy sé que, de ése amor, no me enamorare más.

No va a ser nada fácil, llevo muchos años arrastrando mi alma y mi corazón vacíos y sé que, también necesito enterrar todo y descansar en paz.

Necesito descansar en paz, para soportar el miedo al vacío que sentí de nuevo, por un amor imposible, una relación que no es tampoco una relación de amor y, no sentir esa tristeza infinita y la rabia que me dará el abandono, y no creer que he sido maltratado, porque ilusionado pensé y creí, que ese amor sería para amarlo siempre.

A lo mejor, simplemente, es sentirse humillado por la derrota de la realidad y, por el ego herido.
Talvez, uno se cree que está enfermo del otro y, está obsesionado por esa relación imposible y es ahí cuando los sentimientos se confunden.

Aunque tengamos la voluntad, nos cuesta tolerar que las cosas no salgan de acuerdo a lo planeado, o quedamos atragantados con tantas palabras y sentimientos que nunca lograron ser expresados.

Orgullosos, nos es difícil soportar que, el otro viva feliz sin nosotros, menos aún, aceptar que tal vez desaparecimos de su vida sin dejar rastro, o que se quiere olvidar de nosotros, porque sabe que no habrá otro igual...

También puede ser un exceso de lealtad a una historia vivida con intensidad o simple rebeldía frente a una pérdida lamentable, o una forma particular de hacerle un homenaje a quien se quedó con nuestras ilusiones.

Suele suceder que, el temor incontrolable a la incertidumbre que provocan todas las pérdidas, de cualquier índole, se deban a las profundas añoranzas de los momentos de felicidad que se tuvieron, y a todos los sueños y expectativas que esos momentos felices nos han hecho soñar y, que de repente de un día para el otro, se desmoronan como un castillo de naipes, soplados por el hartazgo.

También, puede ser, que sean los gritos que nos hemos callado por traumas de la infancia, los mismos que debemos haber deleteado de la memoria.
¡Yo qué sé!

Es entonces cuando surgen las preguntas:
¿Cómo se logra deletear, a alguien a quien amaste, que diste lo mejor de ti, pero que te ha herido de la manera más estúpida?
¿Cómo se logra, borrar esa huella, incrustada en el corazón, como la de Neil Armstrong en la luna?
¿Cómo se hace, eso tan popular, que un clavo quita a otro?

¡MENTIRAS!

Eso no lo sabe nadie, no lo sé aconsejar, es individual en cada uno, y lo que te cuenten los que lo han vivido será desde la experiencia de esa persona, no de la tuya…
Tú, déjate llevar, que el tiempo te muestre el camino.

¡NO HAY OTRO MODO!!!

TODOS LOS DUELOS tienen su tiempo y, es bueno entender algún día
que ha sido la devoción, o el calentorro lo que ha mantenido vivo ese amor ausente.

Estoy convencido que el secreto, es darse por vencido, y recién allí uno podrá salir de la telaraña del laberintico recoveco del corazón.

Dejar de machacarnos y de retirarnos hacia otros caminos, del tipo que sean, para que se termine la pasión que desde hacía tiempo solo habitaba en la fantasía del amor que, se creyó, que fué.

Aprender de una vez, que se perdió la batalla, que no vale la pena seguir intentándolo, uniendo las ganas de dejar de sentirnos miserables, abrir la puerta y dejar que la tristeza salga a hacer su ruta.

La tristeza, esa misma, que fue nuestra compañera de viaje, de pesadillas, de tormentos, inseguridades, celos, torturas, que fue la única compañía fiel en el largo viaje por la soledad.

Esa soledad que nos tuvo sumergidos y congelados y, regresemos del sueño que no nos permitió ver que, a lo mejor, solo si estamos preparados y queremos, para despertar y ver que existen o existirán otros fuegos que nos entibien el alma, mientras estábamos dando vueltas una y otra vez, como las madres, de esas naciones, donde se echan tierra sobre sus cabezas, en señal de dolor…

¡YO LO PASE!!!

Estuve encerrado y no dejaba que me ayudaran, saliendo al exterior con la cara desfigurada de tanto llanto. Caminaba, pero me sentía paralizado. Era la excusa perfecta para no comprometerme a salir del pozo,

¡SE QUE NO QUIERO MAS DE ESO!!!!
Y A LO MEJOR ES EL PRECIO QUE ESTOY PAGANDO…
NO ME QUEJO…

Por eso comprendí que, las personas están mucho tiempo perdiendo energías para esconder un corazón roto, se convierten en un escudo de titanio y, que muchas veces perdemos nuestra capacidad de amar, y deberíamos hacerlo enormemente, abriendo una puerta tras otra, sin miedo, sin pensar qué habrá detrás, total, sabemos que solo habrán nuevas presencias, o nó.
¿Quién lo sabe?

PERO OJO:  si nos acostumbramos eternamente al padecimiento, al lamento, al dolor, eso nos distraerá fácilmente y se volverá costumbre.

Todo tiene un límite, y como bien se dice en estas tierras
¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGAO!

TODO TIENE UN LIMITE
Para el llanto,
Para la espera,
Para limpiarnos el rostro de lágrimas,
Y será allí cuando sequemos las últimas que nos queden, obtendremos la calma.

Cuando todo eso haya pasado, plantémonos frente al espejo y digámonos a nosotros mismos:
“Ya basta, cariño mio, basta de vivir agonizando, ¡sepultemos las ilusiones sin destino y plantemos nuevas flores con tierra fresca!” ...

Y de allí el título que significa:
” Y a la tierra volverás”
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Dibujo de JIM LIAO