REGRESO AL HOGAR.
(Autor desconocido)
Ya me estoy acostumbrando a la normalidad de la
anormalidad
Son imágenes que vemos a diario, donde todo parece estar a la vista y,
sin embargo, no.
Pareciera ser que la lucidez es como si nos mantuviera rehenes de cosas
que no queremos ver. Estamos esclavizados por el aluvión de esas imágenes que
se olvidan en un pestañeo y, el desorden de las jerarquías las aceptamos sin más.
Los que estamos abajo, hemos de levantarnos, ¡ya! Como en un código
militar. Impuesto.
Ojo, porque muchas veces, de la tranquilidad del océano, a veces, surgen
tempestades que destrozan lo establecido, inundándolo todo de mierda y rabia.
La sociedad cuando dice BASTA,
levanta los brazos y desencadena gritos y comenzamos a ver las imagines “normales”
de las miserias de nuestros lugares degradados, que nos entrega la
actualización de la palabra derivada del alemán.
“¡El lumpen,
(Lumpensammler), se alzará! “
Desde el antiguo buscador de basura, que es el que se encarga de
encontrarle valor a lo que otros consideran mierdas inservibles, esas imágenes son
como las palabras: las podemos agrupar en frases o escribirlas y armar un
poema.
He visto imágenes que son terriblemente horribles, obscenas,
asfixiantes. Debemos aprender a mirarlas, hay algunas que son culpabilísimas y
otras que son inocentes.
Al primer grupo, pertenecen las que muestran a los poderosos, regodeándose
con sus bienes mal conseguidos.
Las inmundas, son las que vemos en televisión, en las fotos de los
reporteros gráficos y todas
las que vemos por televisión.
Esas que no tienen paralelismo con la
dignidad. Esas donde a los seres humanos nos tratan como objetos que se
comercian, como en la antigua roma, donde reclutaban gente para matarse y
darles placer a los triunviros en el coliseo.
Deberíamos
entender de una vez por todas, que todo contiene un relato. Un comienzo. Un
fin.
Allí está la
historia de Espartacus. Como cuando sus compañeros de muerte levantaron juntos todos los brazos y se convirtieron en un mismo cuerpo.
Las bocas las tenemos que abrir para gritar: ¡NOOOO!....
Claramente las imágenes cuando no sabemos bien de qué se trata suelen
ser engañosas, pero hoy en día, y gracias a la modernidad, podemos dar por
sentado que lo que vemos, oímos, y palpamos, son verdad.
NOOOO… QUE UN NO, ¡ES UN
NÓ!
QUIERO DEJAR EN CLARO
QUE NO HABLO DE LEVANTAMIENTOS POPULARES, no soy anarquista, en
absoluto y los que me conocen muy bien saben que soy todo lo contrario.
¿Pero hasta cuando dejaremos que nos la metan por el culo?
Deberíamos pensar que la palabra “pueblo”
también se ha usado para los fines más atroces.
Las cosas se han de hacer porque uno ya no aguanta más, y si las haces
hacerlas con pasión. Y, sobre todo, no teniendo miedo. Eso no lleva a ningún
puerto.
Nos hemos equivocado tantas veces a través de los milenios, que parece
que no hemos aprendido nada.
Yo mismo, me equivoque miles de veces, pero la vida es eso, experiencias.
Gracias a ellas aprendí a tirar siempre para adelante, a veces para atrás y eso
es de sabios, actuar y si te equivocas, rectificar.
Lo que más agradezco de esta vida que llevo viviendo, es que soy un cacho
más sabio, que no he de engañar a nadie con estupideces, que las cosas se deben
hacer con dignidad, SIN PASIONES DESENFRENADAS
O REVANCHISMOS INFANTILES, y tener las ideas claras.
Aunque sé que a veces, las buenas intenciones, te provocan chichones, en
la cabeza y en el alma.
INTELIGENCIA MUERTA ( autor desconocido)