Asi es, como dice QUINO
Aquí estoy no me he
perdido, simplemente, es que estoy enfadado conmigo mismo, por eso no escribo.
Tengo miles de cosas
escritas, en mi libreta y no quiero tener razones para enfadarme, aunque tengo
muchas.
¡Pues nó!!!! (por
ahora)
Creo que estoy
dejando de lado, poco a poco, de darle importancia a la pena. Todo ha sido como
fué y no de otra manera y, mis relaciones con esas maneras, son como son.
Así que ahora le
estoy dando vueltas y voy a ser yo quien apueste por dejar de sufrir, con esas
razones de mierda, que me motivaban la pena…
Ese enfado proviene, porque me gustaría escribir confesiones perturbadoras, las que lastimaron lo más
hondo y podrido de mi alma.
Será algo que
confesaré en este blog, no sé si en breve o tal vez, sea el broche definitivo,
donde cuente los daños morales que he sufrido con mi familia colateral, la que
está allá, a quince mil kilómetros…
Un broche final, en
los que los relatos sean hasta el último rastro de mis recuerdos, tan vívidos
que me provocan llagas en las pesadillas, que me despiertan por las noches, no
todas, sino estaría mal de la cabeza.
Todos, y, siempre,
recordamos las partes del pasado y creemos, que eso nos permitirá afrontar un
futuro mejor.
Más saludable.
Mi memoria, gracias a
todos los dioses, aún no está averiada y estoy harto de mentirme a mí mismo, como decía Dostoievski.
Además sé que, cuando
lo haga, lloraré y sufriré tanto escribiéndolo, que la voz me quedara ronca
como la de Marlene Dietrich, el andar desgarbado como el de Woody Allen y la
mirada inquisitiva como la de un jodido fiscal judicial.
Por ese motivo estoy, que sí…que nó…
Dibujo de Edward Gorey
Dibujo de Edward Gorey