Estupendo dibujo de Jim Liao
La soledad es un remedio a lo banal y a la superficialidad
Estamos en un periodo de la humanidad en que estar solo, es como
ser un leproso. Por eso tanto amigo virtual.
Hablemos de saber estar solo, hablemos de la soledad buscada, la que
nos sirve para ordenar las ideas, y el corazón, para proyectar, y crear…
Estar solo no es sinónimo de estar marginado y uno de los
objetivos es romper con el clásico dicho, de que la soledad es negativa, un
aspecto que nos margina y nos separa de los otros.
Yo defiendo la soledad creativa. No como un estado permanente,
pero sí alternándolo con la vida en compañía.
Y bien, entonces ¿qué es la soledad creativa? me preguntarán
muchos.
Es un viaje sin retorno, de confrontación con uno mismo. El ruido, la interacción, la multiplicidad de imágenes y cosas, nos dispersa y nos evita pensar en aquello que realmente nos puede hacer sufrir.
La soledad nos hace pensar en los pequeños vínculos, el tipo de
vida que llevamos, nuestros proyectos, frustraciones.
Una ocasión para profundizar, ver los puntos débiles de uno mismo
y los recursos que disponemos, para no sufrir mas de la cuenta... Parece un
estado incómodo, ya que no es fácil resistir a la soledad, por eso es un estado
que de entrada se evita.
Hay gente que no soporta estar solo en una habitación durante una
tarde, por ejemplo, y enseguida busca conectarse, encontrar vínculos, navegar:
buscar algún amigo por Facebook, gastarse una fortuna anual, hablando por
teléfono celular, yo que soy medio influenciable, que escucho todo, muchas cosas me
parecen correctas, otras no y, así es que mi cerebro, es como un enjambre…
Pero hay que resistir esos primeros impulsos, esa necesidad
comunicativa, para disfrutar de todo lo que te aporta. Y tiene sus beneficios.
El estar solos y en paz con uno mismo (nada fácil, por otro lado)
permitirá, que podamos proyectar lo que nos apetecería en el mediano y corto
plazo.
A su vez es como que nos podría llegar a dar miedo, pero no por el
hecho de estar solo, sino por el motivo que conlleva buscar la soledad.
¡Pero tranquilos!
La soledad es como una luz que nos podría enceguecer y al mismo
tiempo es transparente.
El famoso ENCONTRARSE CON UNO MISMO.
Es como estar desnudo, en pelotas, delante de un espejo. Y ahí, a
diferencia de lo que a veces hacemos con los demás, no te puedes auto engañar.
Es un proceso de auto-conocimiento muy beneficioso a la hora de
emprender proyectos, porque analizamos los puntos fuertes y débiles, aprendemos
a protegernos de los peligros, a decidir dónde poner todo el potencial, a la
vez que te encuentras con tus propias decepciones, frustraciones y miedos…
Pero, no es lo mismo estar solo que sentirse sólo…
(CONTINUARÁ, UNA VEZ QUE PULA LO ESCRITO)
Gracias JIM KAY