Joan Cornella( tipo, os envio nuestro ultimo selfie desde la Catalunya que pretenden)
Con estas historias, que nos tienen harto a la mayoría de los
que vivimos en Catalunya, recuerdo las palabras de Walter Bagehot:
…” El poder de la
constitución de un país, es la solemnidad y la eficiencia. En una monarquía
constitucional, ellos son la solemnidad que hará que se cumpla la eficiencia de
la constitución…”
Como del
mismo modo, decía San Agustín:
” Cuando las cosas no andan en orden,
permanecen inquietas”
El verdadero
tema es que, desde Galileo y Descartes, la ciencia sostiene que solo existe lo
mensurable y, hemos antepuesto lo material a lo inmaterial: EL DINERO ES EL ALMA.
Para mí lo más
importante es todo aquello que no pueda medirse o pesarse. ¡Creo que para unos
cuantos millones más también!
Salvo que
quiera acostarse conmigo alguien que pese ciento veinte kilos.
En esta
historia del independentismo hay dos silenciosos huracanes.
Uno,
interior, que está en cada detalle emocional de los personajes, y ya casi ni
quedan porque o se han muerto o fueron liquidados por Franco.
El otro, el
exterior, es el que reúne en modo artificial, con argucias que dicen que van a
resolver (o no) la otra tormenta interior.
En
definitiva, creo que lo que se está haciendo, es pegar brochazos de borrachos,
Lo
espiritual, inmaterial y mental se debe completar como decía Richard Conn
Henry:
VIVE, DEJA VIVIR Y
DISFRUTA. LA VIDA DURA UN SUSPIRO.
Y no se
trata de tener veinte años.
PARA LLEGAR A SER JOVEN SE NECESITAN
AÑOS, Y YO YA LOS TENGO.
Por lo
tanto, aún tengo cosas para descubrirme, y descubrir, como por ejemplo, las
payasadas que hacen los políticos y ni hablar de los de La Generalitat
Catalana.
El
independentismo catalán, se inició con cuatro kilomberos
(folloneros) y de
repente se perdió el norte de este lugar, es
el centro de todas las cosas, dejando de lado los fundamentos de la vida del ciudadano
común y corriente.
No pueden y
tienen el deber de no justificar el pasado, para mejorar un futuro incierto,
¡eso es incomprensible!
Pero…
El terreno para
el populismo barato y bananero está fértil, y hasta pueden crecer bananos tóxicos
Para los
populistas de cualquier facción, la libertad es como una especie en extinción, Aquella
vieja opción que planteo Camus, entre justicia y libertad parece estar vigente,
ya que, para los populistas, las dos cosas no pueden quererse al mismo tiempo.
¿El resultado?
Los que se joden son los ciudadanos de a pie.
¿Encontrará
la humanidad ese ecuador democrático, en el que se permita pensar diferente y
la lucha por la justicia, la libertad más la educación, aderezada con dignidad y una pizca de alegría mundial, vuelvan a juntarse?
Hummm
Que complicado
lo veo, ¿no?
Siempre
han existido políticos extravagantes e insólitos.
Como siempre, QUINO, me divierte con sus realidades