viernes, 23 de abril de 2010

Aceptar a nuestros padres, no es nada fácil, y menos cuando los idealizamos en la infancia y nos oponemos a ellos en la adolescencia, y puteamos, los mandamos a la mierda, y nos rebelamos energúmenamente, entonces porqué y cómo se logra una relación de igual a igual, con nuestros padres, cuando llegamos a adultos y ellos a ancianos?
Crecer es responsabilizarnos de nuestra propia vida, sin culparlos de nuestras carencias y no depender de sus juicios.
Debemos saber que contamos con su apoyo, ofreciendo el nuestro y asumiendo que aceptarlos es también ACEPTARNOS A NOSOTROS MISMOS…

Durante la infancia son casi dioses y en la adolescencia se convierten en el enemigo.
Pero a medida que nosotros nos vamos convirtiendo en adultos y vamos madurando, empezamos a aceptar y comprender muchas de las cosas que hicieron, muchas para evitar que sufriéramos, talvez, lo que ellos…Y ni hablemos si encima se tienen hijos y uno se cuenta que está haciendo lo mismo que habían hecho ellos con nosotros!!!!

Por eso, cuando sentimos que estará próxima la ausencia de los padres, hace que nos hagamos mil preguntas.
Es el momento de reconciliarse con esos padres o esas madres a veces tiránicos, o de perdonar a los que estuvieron ausentes!!!

Muchas veces la cercanía de la muerte de ellos, de cualquier índole, hace que se intensifiquen los rencores, las nostalgias, y los recuerdos infantiles más felices…

Como a mí en estas épocas de mi vida…

Muchas veces, no afrontamos la reconciliación con nuestros padres, hasta el momento en que tememos o estamos por perderlos.
La cercanía de sus muertes nos lleva a superar esos obstáculos y decidirnos a ser más fuertes.
Esperar mucho puede llegar a ser demasiado tarde, dejando cosas sin resolver, que luego nos pesan, como la losa de mármol de una tumba, tomando forma de sentimientos de culpa que nos amargaran definitivamente, lo que nos quede de vida…

Incluso, puede que ellos mismos se conviertan en infantiles, o incluso que ya no nos reconozcan.
Tienen derecho de ser así, es la vida misma, y no podemos esperar que siempre estén fuertes y que nos ayuden.
Al ver que fallan, que son torpes, hay hijos que se alejan, para defenderse de sentimientos dolorosos, y otros, lo hacen por pura comodidad, egoísmo, cobardía, o resentimiento
Mi caso, no es ninguno de esos, gracias a Dios, me tuve que ir de mi país, en cierta manera para salvaguardar mi propia vida, y evitar mi muerte…

Pero me pregunto: ¿Cómo se hace cuando alguien tiene que afrontar su pérdida, cuando existe algún resentimiento que no se pudo expresar?

Creo que a pesar que en mi caso no hubo resentimiento hacia ellos, pero si en contra de un par de integrantes de mi familia, que incluso, me amenazaron de muerte y con quienes llegamos a trompearnos, con tiros y todo, y terminamos denunciándonos en una comisaría, y en tribunales, por una causa que yo comencé, para defender la salud de mi madre, que recién comenzaba con su senilidad y locura, el hecho de haber tenido que auto exiliarme, ha hecho que haya tenido el tiempo necesario, para prepararme con bastante antelación, y el acercamiento actual, que espero no tarde demasiado, sirve para mostrarle la causa de ese distanciamiento, sin nombrarle o recordarle el motivo, y menos, sabiendo que los que me amenazaron y golpearon hasta desfigurarme, romperme dos huesos, hacerme caer dos dientes, dejarme un ojo negro durante meses, y lo peor de todo, con una trompada en la boca del estomago, deshicieron una operación que hasta ese momento, había sido un éxito, acarreando al día de la fecha y después de diez años, sus consecuencias, decía, que no puedo recordarle a mi madre los motivos, por los cuales, la tuve que dejar sola, y mucho menos, dado que esos dos familiares, han fallecido…Padre e hijo…

Por eso se que no puedo esperar necesariamente que me acepte, esta nueva manera mía de ver el mundo y las cosas, porque se que además soy diferente a las expectativas que tenia de mi, pues encima podría, ahora si, encontrar un rechazo…O simplemente, no darse ni siquiera cuenta y entonces, ¿para qué?...

Aunque como estoy seguro de mi mismo, podría no ser traumático, en absoluto…

Pero la gente que no tiene las cosas más o menos claras con ellos, la preparación implica que mas que exigirles a ellos que nos valoren, o nos den el cariño que no nos dieron, y que igual no podrán darnos, deberían buscarse una auto aceptación y una seguridad de ellos mismos, y que no dependa de los padres…

Es renunciar a lo no pudo ser y que, ahora tampoco podrá ser…Y hacérselos saber perdonándoles si fué su culpa o pidiéndoles perdón en el caso que fuera nuestra…

Uno sentirá que los diques se abren y por fin podrán llorar, hablarles…
Se darán cuenta que en esa búsqueda interior se habrán preparado, para ese último reencuentro verdadero y los conflictos habrán pasado y podrán regresar al mismo origen de la relación , volver a verlos como dioses ( como yo ahora) y a saber que ellos son y serán siempre las personas que les dieron la vida…

En pocas palabras, efectuar un punto y aparte…

De una u otra manera habrá, siempre un antes y un después, cuando se pierde a un padre o una madre.
Cuando llega ese momento, pasamos de “ser hijos” a ser solo adultos, sin la protección de la generación anterior, y es en ése momento que nos situamos y vemos la vida de otra forma. Mas libre y autónoma, y que ahora estamos solos en este mundo de mierda y que incluso, empezáremos a ver más presente, la hora de nuestra muerte propia.

Cuando nuestros padres mueren, ocuparemos la primera fila, por cojones y por naturaleza, de los que deberían partir de éste mundo.

Es así que nos dan la última lección: la de descubrirnos humanos, mortales y por lo tanto, tan vulnerables como ellos…

Por eso creo que es hora de ir pensando en mi vuelta y ayudar a mi viejita a hacer la última travesía de ella, acompañándola
New York, JUNE 1933 …

..."Mia carissima sorella Vita ( mi abuela materna)…

Hemos ido con nuestra hermana Chicha, y nuestros adorados maridos, en vestidos de gala y smoking obligatorio, al estreno de una película de terror llamada King Kong.
Apenas este en “prima uscita” ( estreno), te recomiendo ir a verla, con los niños, especialmente con il mio adorato nippote ( sobrino) Giuseppe, que adora las películas de acción, y de paso, podrás ver el edificio donde al final, el monstruo sube con su protegida, que se llama “Empire State”, y es allí, donde actualmente vivimos.
Estamos en el piso 53, Sam y yo!!!! Y las personas y los automóviles, se ven como hormiguitas, aunque ya me acostumbré a tan imponente altura!!!!...
Gracias a Dios y tras las gestiones del marido de Chicha (Fred), conseguimos dos lindísimos apartamentos, con dos baños completos y tres dormitorios cada uno.
Yo vivo en el piso 53 y Chicha, en el 50…así que estamos siempre juntas y mientras nuestros maridos trabajan, salimos bastante, vamos a la tienda ”Woolworth” y tomamos té.
Echamos mucho de menos, nuestras tardes de orquesta y té del Walford Astoria, donde está ahora éste “pallazzo” gigantesco, y altísimo…nuestras amigas que siempre preguntan por ti y te recuerdan con mucho cariño.

Ten cuidado con algunas escenas del film, porque seguro que la inquieta Tina ( mi mamá era) no permitirá que le tapes los ojos, en las escenas donde hay muertes y escenas de pánico…
Si te pelea mucho, déjala usar el sombrero que quiera…Ya sabemos como es…una coqueta!!!

Tú como siempre te digo en mis cartas semanales, cuídate mucho,
Te quiere y aman todas tus hermanas y especialmente nosotras dos,
Tus hermanas,
Margheritta y Francesca ( Chicha)…

Ésta es una de las cartas que encontré, seguramente traspapelada, y que aún huele a lavanda, en el paquete de cartas, que rescaté, de mis padres de entonces…

Y como una galopada, los recuerdos, se abalanzaron a mi memoria, cuando mi mamá, me contó, aquella, su experiencia, al ir a ver en prima visione, a la capital de Catania, el estreno de King Kong, y quedar deslumbrada con el film, y a los gritos decía…”quella e la casa delle zie!!!...quella e la casa delle zie!!! "...
...y la gente dentro de la sala cinematografica, que tenia techo corredizo, y que se abria, por el humo de cigarrillos, le gritaba, sssssssshhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!...

Las que tuvo que soportar mi mamá, con su hermano Giuseppe, y por culpa de ésa película, porque cuenta que la agarraba de la cintura, se la colgaba doblada en el hombro, y la paseaba por todo el quartiere, gruñendo como el mentado gigantesco naif y adorable gorila King Kong, mientras la zarandeaba y daba golpes en su pecho…

1933 y en casi lo que suspira una monja, cumplirá 100 años ésa carta…
Yo sigo alucinando, con éstas historias…
¿ Y ustedes?...