sábado, 12 de noviembre de 2011

A quién me parezco?....

Cuando murió mi madre, no había sol, hacía frío...
Mi madre falleció de muchas cosas.

De vieja; con alzheimer; con un derrame cerebral fulminante; en estado comatoso e inconsciente, pero en paz, reconociéndome solo tres dias antes de morir...

Como yo no estaba en los antes, ya saben, resido en Barcelona, me contaron que hacia tiempo, se le daba por airear viejos álbumes de fotos, y cajas donde guardaba la historia de la familia, tantas veces contada por ella a mi hasta el infinito, y en farfullar una letanía ininteligible, mientras miraba un retrato tras otro, como si estuviera despidiéndose de los muertos, en lugar de hacerlo con los vivos, o seria que los quería recordar, para cuando los volviera ver, según nuestras creencias?...

...”Vieni quí, Osvalduccio”...mientras me hacia un hueco en su cama y me calentaba con la palma de las manos el lugar.

...A ver, ¿a quién te pareces?...

Siendo un crío jugábamos a ésa costumbre, en la que me tocaba, que ella identificara la curva de mi nariz, el rasgo de mis ojos, mi corte de cara, comparándola, siempre con alguna foto, elegida al azar de algún antepasado, y siempre e invariablemente, era la viva imagen de mi bis-abuelo

o

...“ si te pongo tetas y un rodete,eres mi madre!!”...

Claro, lo que siempre le llamaba la atención, era la foto de su bis-abuelo, o sea mi tatarabuelo, o la mirada de mi tía abuela Margherita...

...”ahí está, ves?”...

En la mañana temprano, sus amigas aporrearon la puerta de la casa, para que les diera cuenta de los últimos suspiros de la mujer, lo que agradecí, porque aunque uno asuma que es su deber enterrar a sus padres, cuando nos toca, se sufre un buen y largo rato, la pérdida, es tremenda, y más cuando se va un padre o una madre, que amas y que son tus amigos!!!!...

...”Llamaste a don Florentino para que le rezara y la acompañara en el último transito”???...

...”Ustedes creen? Ya le han suministrado los santos oleos...

...”Más reconfortada se irá la pobre”...

Y con esos mofletes rozados por el frío, me lanzaron en busca del pastor...

Encontramos a don Florentino, limpiando sus geranios de hojas muertas, afición que compartía con mi madre, y cuando me vio cruzar el patio se puso pálido...

...”Yá?”...

Preguntó lanzando la regadera de hojalata al suelo, y le conteste llorando, que eso era mejor que lo viera él mismo...

El pastor se había arremangado la camisa, y el guardapolvo gris, y así creería que cojería más prisas que yo, y llegaría antes, aunque lo hizo echando bofes, y con cara de susto...

...”Dejame un rato a solas con ella”...

Y don Florentino, cerró, la puerta de la habitación, y hasta que no transcurrió una media hora eterna, no la volvió a abrir.

Cuando entré mi madre tenía, una sonrisa que a pesar de andar mas en el otro barrio que en éste se la noté nueva y brillante, con un semblante en paz...

...” a ver, que ahora sí que vas a encontrar el parecido”...

Y tomándome de la mano, y depositándome en ella una fotografiá, vi que era la de un joven igual a mí, 40 años antes.

...”A ver ¿de quién va a ser esa nariz, hijo mio?...
Me preguntó el pastor, quien había agarrado con la mano una foto que ella tenía arrugada entre sus manos, mirándome entre lagrimones...

...”mía, don Florentino, mía”...

Y ahí me di cuenta que mi madre, por fin había pasado a mejor vida, sabiendo, a quién me parecia, y ella descanso por fin...