Mi nuevo descubrimiento: Selçuk Demirel
Hace tanto calor en esta ciudad, que ya ni asomo la
nariz al balcón, y por eso me encierro en mi casa con el aire acondicionado a
16 grados y aun se siente el bochorno.
Entonces veo negro por toda la casa, claro, está
cerrada a cal y canto.
Lamentablemente estas medidas parecen improbables
ante el cambio climático que se está adelantando en varias décadas a lo previsto,
y me pregunto si moriremos calcinados por el sol, o por encierro forzado.
A lo mejor esta crisis mundial, haga que los
gobiernos agudicen y se vean estos líderes, obligados a actuar.
Aún no lo hacen y están generando demasiado
sufrimiento y desesperación entre los que no pueden costearse aires acondicionados,
o climatizadores, o huir a parajes más frescos.
Si no lo hacen YA MISMO, será la historia de almas
rotas porque nadie se atreve a transmitirles las pérdidas que están sufriendo,
somos pocos los que sabemos que el camino sin retorno ya está hecho.
¡Y no solo eso!!!! ¡Esperad, esperad a que
comiencen las migraciones de las personas por el cambio climático!
Dios mio, como siempre dije. Me sentare en el umbral
de mi edificio y esperare allí a que me devoren. ¡Ya no lucho más!
¡Que putada!
Este camino que fue forjado a lo largo del siglo
XX, un siglo donde todo fueron momentos excitantes, dulces y amargos, de miedos
y fortalezas, de calmas y guerras y me pregunto qué clase de recuerdos
tendremos presentes, cuando todo esté hirviendo.
Si mi madre o padre vivieran, me dirían que hiciera
todo lo posible para evitar que mi familia pasara esa horripilante sensación de
estar hirviendo en una olla gigante de esperma.
¡Pero ya ni tengo! ....
¡Otra putada!
Muchos gobiernos cometen injusticias a todos los
niveles, en todos los rincones del planeta, favoreciendo a las grandes
corporaciones que los han aupado. No se dan cuenta que al final, todos pierden.
Esta guerra planetaria por el cambio climático es
un camino sin salida, hecho de corazones arrancados de los mandamases. ¡De nada
sirve!
Por eso nos tienen estupidizados con otras cosas,
relegando la educación que transmita conseguir una vida plena de méritos recíprocos,
ya que la ignorancia es muy fácil de manipular, y por eso tenemos un presidente en Estados Unidos, que es el que corta el bacalao de todos los presidentes, todopoderoso, ignorante, y loco para rematar, que niega de esta terrible
realidad, donde se nota que sus posibles, tal vez nietos, tengan que vivir en
barcazas como en algunas regiones de la china profunda.
Están esos otros gobernantes que no entienden que
la ignorancia de los pueblos les resultará más cara, ya que no sabrán en un
futuro resolver los problemas científicos, que acarrearan las decisiones mal
tomadas.
Ni hablar del enfrentamiento del gordito de norcoreano
(el chin chu lin, ése) que está como una puta cabra.
Por eso, abogo por los recuerdos de los ejemplos
buenos, bien dados, de esas lecciones aprendidas que nos daban nuestros
abuelos.
“Haz el bien, sin mirar a quién”
Mi nuevo descubrimiento: Selçuk Demirel