viernes, 26 de marzo de 2010

Hay cosas que me repugnan la sensibilidad…

Porque la mayoría de los de clase media media, o de la clase alta, cree que los pobres son culpables de su propia pobreza y por ello considera que la salud, la educación y la justicia, no es un derecho universal, sino que cada uno tiene derecho sólo a la que se pueda pagar.

Mi teoría es que en un mundo post Bush, los ciudadanos comunes y corrientes, por fin pueden imaginarse un mundo cruel y ausente de humanitarismo, un mundo que se viene describiendo hace décadas.

Sé que a muchos, no les interesara, mi teoría.

Y de nuevo me repito que la verdadera y la principal aristocracia de nuestra época, es la gente que marca y marcará tendencias…

Y es allí, donde se podrán dar la mano, con los que muchas veces, se llama “la clase baja”…

Un prócer argentino, llamado, Sarmiento, quien poco antes de morir, y en una disertación plenaria en ambas cámaras, se lamentó refiriéndose a la “aristocracia Argentina” de: "haberme pasado la vida defendiendo a una clase, incapaz de mirar más allá de su nariz, y que tiene una nariz que sólo percibe el olor de la bosta( éso es la mierda) de sus vacas"…
Por eso siempre cuando me preguntan,

¿Política?
¡Ojalá fuese más creativa y coherente!

Y cuando lo hacen preguntándome,
¿Dios?
Lo que importa es el potencial de cada persona, al margen de sus creencias, sean católicas, judías, musulmanas, chiítas, o ateos…

¿Ateos dije?
Si no existen, ser ateo es no creer en nada, y eso solo pasa con la mala experiencia que uno pueda ir teniendo en la vida, y preguntarse,

¡Dios Mio!
¿Por qué a tal o cuál les pasan ésas cosas?

Y yo me respondo,
¿Y porqué nó a mi?

Quiénes diablos creemos ser, después de todo? Como también quiénes somos para al menos cruzársenos por la cabeza, determinadas cosas?

Sabes que cosas son importantes en la vida de uno?

Que de repente estas en un día de mierda, sentado en un taburete de un bar cualquiera, con tu traje, tu corbata, y un maletín ( vale el mismo uniforme, para muchas mujeres, algunas son la corbata), donde te sientes amargado, y con medio gruñido le pides al camarero: “un cortado”, y te lo tomas sin levantar la cabeza y sin hablar, y de repente cuando te dispones a irte , y entonces, un camarero sale de la barra de detrás y se sienta al lado de uno, se sirve un whisky, se lo toma de un solo trago, y te espeta, sin más:
” ¿tú sufres mucho, no?...
Entonces uno reacciona, poniendo cara de mierda, como si le dijeras: “ y tú de qué vas pelotudo ( capullo)”?...

Lo que te deseo, y de todo corazón, eh?, es que cuando salgas del bar, al doblar la esquina, te eches a llorar!!!!
Como el día que me pasó a mí, y si bien el llorar, casi no tenía mucho sentido para mí , pues yo creía que ya estaba reconciliado con mi interior...,
pero sí brotó la necesidad de reconciliarme con mis mayores, con mis raíces…y fue allí, donde sentí, que lo que me faltaba, era reconciliarme con mi álma...

Y sentí que debía homenajear las memorias que solamente podria rendir tributo, a lo que eran, éstas, mis raíces.
Y los recuerdos que más atesoro, son los de mis añitos, en Sicilia,
cuando pisaba la tierra recién regada del huerto de mi abuelo, y con él cogía ( agarraba) tomates, melones, naranjas...
O como nadaba con mi hermano, en las pozas formadas por los ríos que iban llenando el lago Pozzillo; o como cuando veía cabras salvajes y buitres, olía la salvia, el orégano secándose al sol,o íbamos en bicicleta, robábamos velas en el cementerio, para ponerlas en las tumbas, que nos decían habían parientes nuestros, llevando unas margaritas salvajes, chiquititas, que llenaban las veras del camino y que nos llenaban de picor y cuando veíamos una, corríamos atrás de las lagartijas...y todo eso dentro de un cementerio...
yo, claro, me acuerdo perfectamente, que cuando moría alguien, me mojaba los ojos, con saliva, haciendo que lloraba, como el resto...
Historias de días remotos...

Y también por eso rehabilito la casona familiar, en lo que hacia mas de mil años, hubo la muralla del castillo, con cimientos que también tenían mas de mil años y muros de piedra...

Como tambien, rehabilitar muchas de las recetas caseras, que hacía mi abuela (y que aquí, a veces, escribo), heredadas de su abuela, y ésta de la suya y así sucesivamente…

A eso se le llama “saber familiar ancestral”, porque mi misma abuela seguía siendo algo alquimista, siempre tenía a mano algún truquito casero…y se los enseñaba a nuestras madres.

Hoy, los que de nuestras familias cocinamos, y somos mas o menos la misma generación, sabemos ahora, que los “truquitos” eran combinaciones de cosas que había visto en la preparación de las comidas, en la cocina de su casa en los Estados Unidos, y para colmo en la New York de los 1900’s…
Una New York, donde tenías en la casa de al lado, un ruso, un turco, un italiano, un inglés; ciudad desde donde se esparcieron muchos sabores al resto del mundo...

De todo eso, provengo yo...
No estoy viejo, ni he envejecido, aun sueño y tengo sueños...
De hecho, mis pesadillas nocturnas quedaron atras, y me despierto muchas veces, como ahora, cagado de risa, y detesto no saber qué coño habre soñado...pero al levantarme y dar una vuelta hasta que me vuelvo a acostar, trato de recordar qué fué y no tengo ni idea, pero me quedo tranquilo...si me reía tanto, sería algo lindo...

Me ha dicho un amigo, que mis ideas, mis reflexiones, y mis historias, son un cumplido, un piropo, para los tiempos que vendrán, que serán, mucho mas duros y atroces.

Él cree que tengo la autoridad y aptitud suficiente, y años, además, como para intentar cambiar las cosas, humanizarlas y civilizarlas un poco, pero realmente, la tengo? y si así fuera, cuál sería el precio a pagar por la gente que lo intente?

Me parece que lo fundamental, pasa por intentar todas las tareas, pero sin inmiscuirse ni interrumpir nada, y dejar que todo siga su curso, el tiempo todo lo resuelve y lo revierte, pero a mi no me arrastren en vuestros intentos, ni me jodan la paciencia en causas perdidas...ya no tengo paciencia...

Es que a diferencia de los ricos, o que tienen los medios y el "oro" ( llamese tiempo, ganas de hacerse carne con los rollos ajenos, o incluso dinero) yo puedo solamente, dar consejos, que mas que oro, es un soplo a la vida...

Y como corolario a este post lo único que puedo decir, es que en el amor verdadero no existe el mal...la venganza...las ganas de hacer daño...el rencor...el despecho...y que uno elige qué o quien amar...

Ése es mi principio de vida, guste o ...