jueves, 12 de agosto de 2010

Es la vida o el destino un boomerang?
Será verdad eso que se suele decir, que en esta vida, lo mal que uno le hace a otra persona, se te devuelve calcadito, pero de peor manera?????

Estoy preocupado…
Mucho, y me dá miedo, por las personas que a pesar de haberme o que me hacen cosas, se les cumpla, y sufran mas de lo predecible, según la ley escrita…
Si esta suerte de “profecía” la tuve que pasar en algún momento, se que ya no le debo mas nada a nadie, y que pague todas mis facturas…

Pero hay gente que aún me hace ver las estrellas, y los rayos y centellas de la rabia que me provocan sus actitudes, que me parece y estoy convencido no me merezco…Y aún así, temo por ellos/ellas…

En el cono sur, en la argentina, se celebra el 20 de julio de cada año, el día del amigo, y alegremente, se suele ir a cenar, o hacerse regalitos para festejar ése día, y pienso cuánta hipocresía, cuanta actitud para la foto, “pour la gallerie”…

Un amigo o amiga, son mas que un hermano o hermana, esos a los que uno sabe que le daría un riñón si hiciera falta, y por cuantos en ésta vida, lo haríamos? Uno, tres ¿cinco?...bienaventurado, el que pueda tener cinco amigos así!!!!...

Yo tenía un montón, pero de carne y hueso, no de estos que se usan ahora a través de Internet…De verdad no me alcanzaban los dedos de las manos y de los pies, para enumerarlos, y con los años, doy gracias a Dios si puedo contarlos con una sola mano…
En el duelo por las perdidas, No estamos acostumbrados a aceptar el dolor.
Y menos cuando hay un duelo por una perdida, en el medio.
Nadie nos ha enseñado.
Es más, en nuestra cultura occidental y progresista nos coartan las manifestaciones de dolor: está mal visto.
En una sociedad dónde el éxito, el brillo personal o profesional, las metas y los logros alcanzados son mostrados como exponente de la valía de una persona resulta muy difícil admitir que a todo proceso de pérdida -sea de un ser querido, de una situación, de una circunstancia, de un estatus o de un objeto- le sigue un proceso más o menos largo de adaptación a la nueva situación.

La forma que tenemos en Occidente de controlar las emociones es sencillamente negarlas, ignorarlas, seguir nuestra vida como si no pasara nada, como si no existieran. Por eso cuando me dice la gente que ya pasará, que hay que darle tiempo, me quedo mirándolos como si creyeran que lo que se me ha muerto ha sido un pajarito!!!!!

Sin embargo, esa actitud es una fuente de desequilibrios psicológicos, físicos ( vivo con cagaderas y adelgazo un montón) y emocionales que hará que nuestro cuerpo reaccione -con el tiempo- provocando somatizaciones que probablemente desemboquen en enfermedades de todo tipo., y es a ésto que le tengo miedo, porque me doy cuenta que estoy desmejorando mi salud, notablemente....

Cuando se trata de algo que nos produce alegría, felicidad, normalmente no tenemos problema para expresarlo dando así salida a esa energía extra que hemos acumulado en el cuerpo. Y cuando la expresamos el cuerpo se libera, se limpia y deja espacio libre para poder repetir el proceso cuando llegue la ocasión.

Pero, ¿qué sucede cuando se trata de algo doloroso? Cómo reaccionamos ante algo que nos da miedo? ¿Qué hacemos cuando nos sentimos avergonzados por sentir algo que nos parece que no está "bien visto"? Pues, sencillamente, que coartamos la manifestación de esa emoción, la negamos y seguimos actuando como si nada hubiera pasado.

Y claro, ahí, es cuando mi cuerpo reacciona de la manera en que está reaccionando, es decir, con desajustes de todo tipo, con mareos, vómitos, diarreas, y adelgazamiento injustificado.

Eso sucede con el estrés pero también con la tristeza, con la nostalgia, con el miedo y con cualquier otra expresión de nuestra personalidad a la que no proporcionamos una salida fácil.

Y llega un momento en que la reacción ante cualquier hecho puede llegar a ser tan desorbitada que nos sorprendemos cuando vemos en otros o en nosotros mismos tal desproporción entre la respuesta y el estímulo que la produjo.
Simplemente estamos dando salida a esa carga química que cuando llega a su nivel de saturación en el cuerpo busca la manera de salir como sea, arrasando cuanto encuentra a su paso.
Por eso a veces tengo miedo de estallar violentamente, como me paso la vez que comencé el duelo de mi ex pareja, donde coji del cuello a un cliente rezongón, mientras trabajaba en un hotel!!!

Una de las mayores dificultades con la que nos encontramos es precisamente la expresión de dolor por la pérdida, sea ésta del tipo que sea (física, económica o social). Aunque la situación más grave es cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido. También es algo que se produce cuando nos encontramos con una situación de ruptura ya sea de pareja, afectiva, laboral o de cualquier otro tipo. Pues bien, el nivel de tolerancia a la frustración y la forma en que hayamos resuelto en la vida las pequeñas pérdidas a las que nos hemos enfrentado serán determinantes a la hora de resolver situaciones más graves.

Yo que desde pequeño, viví situaciones de perdidas, creía estar inmunizado, pero me parece que las perdidas seguidas, consecuentes y familiares, son too much...

Socialmente, la expresión del sufrimiento está mal vista. Se nos exige superar cuanto antes las crisis y volver a "la normalidad". No obstante, nos olvidamos de que la tristeza, la nostalgia o el dolor son reacciones absolutamente normales y necesitan su tiempo y espacio para ser expresadas. Si les damos la espalda y nos refugiamos en taparlas con nuevas adquisiciones o experiencias que sustituyan a lo que hemos perdido estaremos engañándonos a nosotros mismos.

Por eso, no las tapo, simplemente, las envuelvo en un paquete llamado ensoñación y duermo...duermo todo el tiempo...

El mundo exterior apoya constantemente este comportamiento evasivo pero aunque nos resulte difícil incorporar la palabra "duelo" en nuestra vida hoy es más necesario que nunca porque la vida, con sus constantes cambios, nos coloca muy a menudo en situaciones de pérdida.
Bien es verdad que no todas tienen el mismo significado ni la misma profundidad pero sí que es importante familiarizarse con esos sentimientos y, sobre todo, estar preparado para afrontarlas cuando se presenten.

Consejos del tipo "No estés triste", "Tienes que distraerte más", "Olvídate de lo que no puedes cambiar", "Mira hacia delante", "No pienses más en eso", "Hay que ser fuerte", "No llores delante de los demás, que no te vean así" o "Piensa en los demás" lo único que hacen es negar a la persona la oportunidad de expresar sus sentimientos obligándola a comportarse de acuerdo con determinados criterios sociales o del ambiente donde vive.

No hay por qué temer la expresión de un sentimiento de dolor.
Ni hay por qué aconsejar al otro lo que tiene que hacer. Nadie puede saber cómo se siente una persona ya que cada uno de nosotros vive los acontecimientos de forma absolutamente única y personal. No debemos recurrir a expresiones como "el tiempo lo cura todo" o apremiar al otro a que se dé prisa en resolver su dolor. Tampoco podemos resolver la situación sustituyendo lo que hemos perdido por algo nuevo.
Cuando yo era un niño y se me había muerto un pescadito de mi pecera, mis padres y mis hermanos habían preparado todo un ritual funerario, para sepultarlo en el jardín de mi casa, y no me regalaron de inmediato otro, porque decían que sino, me estaban negando la posibilidad de expresar mis sentimientos, reconocerlos, crecer y madurar.
Por eso sentí que no me estaban negando un aprendizaje que me seria imprescindible para la vida.
Y lo mismo con los sucesivos decesos en la familia, donde la palabra “muerte” se tocaba con total normalidad.

Así y todo estoy sufriendo este dolor que no se me pasa...
Y soy consciente que si estoy recurriendo a sedantes y barbitúricos que nos "ayuden" a no ser conscientes del proceso que estamos atravesando estamos impidiendo que se activen los resortes internos que tenemos los seres humanos para salir de cualquier situación.
En definitiva, cuando intentamos tapar la pérdida y distraer nuestra atención de ese proceso nos estamos negando una maravillosa oportunidad de crecimiento.

Pero me pregunto, se puede crecer mas cuando se pierde a una madre o a un padre...a un hijo o una hija o a tu pareja????
la verdad? No lo se!

Me dicen que el duelo es un tiempo muy necesario. Es la forma de reajustar nuestra vida a la nueva situación y que en los primeros meses se producirá un shock, un estado de aturdimiento, de dolor agudo, tal vez de insensibilidad, de negación o de incredulidad ante lo que la persona está viviendo.
Después hay realmente una toma de conciencia de la pérdida. A continuación surgen las emociones y los bloqueos, la rabia, la ira, la sensación de injusticia, el resentimiento.
En la siguiente fase la persona puede sentirse aislada, buscar la soledad, sumirse en la depresión o la tristeza, dejarse ganar por el miedo y la angustia.
Más adelante surge un proceso de autoanálisis en el que con frecuencia aparece la culpa, los autorreproches.
Y, finalmente, llegamos a un proceso de cicatrización de las heridas abiertas. En esta fase la persona aprender a confiar en sus propios recursos para salir adelante. Se produce la aceptación tanto de forma intelectual como emocional de la pérdida. Se reconcilia con el pasado y es capaz de recordarlo sin rencor y sin conflicto con lo cual está preparada para mirar al futuro y afrontar nuevas actividades y responsabilidades.
En resumen, se trataría de:

1. Aceptar la pérdida.
2. Expresar emociones y sentimientos.
3. Aprender a vivir sin lo que hemos perdido.
4. Recuperar el interés por la vida soltando el dolor y el pasado y recordando que la vida está llena de maravillosas posibilidades que nos esperan.

Dicen los psicólogos que el ser humano tiene dos mecanismos para avanzar: acercarse a lo que le proporciona placer y alejarse de lo que le causa dolor. Y es bien cierto pero también lo es que si no completamos el proceso del duelo por la pérdida habremos dejado etapas por cubrir, etapas fundamentales para conocernos mejor, para superar nuestros retos, nuestras dificultades, para descubrir los recursos internos que todo ser tiene, para conectar con la fuerza interior que nos permita sentirnos libres en cualquier circunstancia...

Que fácil es redactarlo, decirlo, pero...ponerlo en practica????
Quiero suponer, que pasará...que es como me dicen...
Eso espero...