Jajajajajaja con QUINO
Las decisiones se toman, luego vienen las consecuencias.
Así es.
La tarea es encargarse del presente, sea éste bueno o malo…
Entonces me doy cuenta que el planeta, a pesar de haber
estado contaminado de guerras o de lo que hayan estado peleando, siempre hubieron
bandos.
Los bandos: ¡uffff! Esos que a veces cambian, sobre todo
para los que sabemos que, aún estamos peleando.
A veces me pregunto,
si cuando tomamos una decisión, es un acto de desobediencia, y con los años (pero
muchos) , te das cuenta que en realidad, era todo una confusión.
Por eso, hablo de los bandos. Siempre habrá quienes se
consideren los buenos.
Pero parece que la humanidad no sabe vivir sin guerras y
luchar en ellas.
Pero, la tecnología lo ha cambiado todo, excepto que nada
ha cambiado.
Desde que yo nací (¡y no hace milenios de eso, ojalá! Sería
un vampiro. ¡fantástico!!!) no recuerdo una sola vez que el planeta no haya estado
contaminado de guerras o como las quieran llamar.
O que no hayan peleado entre bandos.
¡QUE
PUÑETERAMENTE JODIDAS SON LAS DECISIONES!
El tema es que, con la tecnología actual, ya no será como
antes, que hubieron guerras tras guerras.
Es parte de las decisiones del ser humano.
Una desagradable y fea parte de todo esto, de la que ya
sabemos que no habrá ya muchos, que quieran saber quién fue el ganador.
Es cierto.
La tecnología, sin dudarlo, no ha logrado cambiar esa parte
de mierda.
Cuando uno toma una decisión, que no tenía la menor idea
que algún día lo haría, sucederá que cuando nos metamos en la cama,
confortablemente envueltos por sabanas y acolchados o edredones con rico aroma.
Pensaremos: “Creo que ha sido un buen día. Que lo fué. Pero
menos mal que terminó” …
Allí sabremos que hemos tomado una decisión correcta.
Dibujo de JIM LIAO