jueves, 26 de agosto de 2010

La tiranía interior, la dependencia emocional es el miedo a la libertad y se caracteriza por comportamientos sumisos, falta de confianza, dificultad en la toma de decisiones, inhabilidad para expresar desacuerdo y por un temor extremo al abandono, la soledad y la separación.
Por esto creo que tengo los huevos suficientes para cambiar las cosas, solo necesito el con qué o el hacia dónde, alejarme y ver desde otra perspectiva, que ésta tirania, no es la que tanto me afecta...

Es la tirana, la encargada de construir nuestra prisión interior mediante alianzas con el miedo, la pasividad, la negación de la realidad y los sentimientos de culpa.

Hacen parte del carácter, muchas veces mediocre y se nutre de circunstancias desafortunadas en la infancia de cada quien.
La dependencia emocional se manifiesta en lo afectivo, sexual, laboral, profesional, social y económico. Y es acá donde me pregunto, que clase de dependencia tengo, para seguir soportando las cosas que tengo que soportar...

El noviazgo, la luna de miel, las "parejas sin problemas" o las "familias perfectas" son idealizaciones que no se sostienen mucho tiempo.
y los que me conocen muy bien, miren cómo está acabándose la familia perfecta que era la de mi hermano mayor, que no existe mas y la de su hijo, que pretendió seguir los pasos del padre y termino como él...a dos metros bajo tierra...

La discusión franca puede generar dolor, rabia y dudas, pero es la única forma de llegar al fondo de las diferencias.
Callar o conciliar por comodidad es un grave error, pues impide la solución de los problemas. Muy típico por otra parte de mi ex-cuñada, la mujer de mi difunto hermano, y madre de mi difunto sobrino...

La realidad nos demuestra que las familias más enfermas son las aparentemente impecables, donde nadie levanta la voz, no se discute y no hay diferencias importantes. las que "pour la gallerie" o por la foto que sera puesta en un marco de plata sobre la chimenea, destella perfección...

En estas familias, donde todo aparenta armonía, bondad y dulzura, se cocinan en secreto grandes rencores y profundas frustraciones.

Cuando el empresario intuye la necesidad de emprender grandes cambios para superar las dificultades de su negocio, pero se espera pasivamente a que fuerzas externas ejecuten dichos cambios por él, se encuentra la quiebra a la vuelta del camino.

El credo de los dependientes incluye: "¿Para qué incomodarme, para qué cuestionar la honestidad de mi brazo derecho en la empresa, o criticar a mi empleada de confianza, o exigir un cambio a mi cónyuge, o hablarle claro a mi hijo, o armar una discusión, si de pronto se me daña este equilibrio?
y...qué pereza...".

Hombres y mujeres basan sus elecciones de pareja en lo socialmente aceptable, pero se llevan grandes chascos cuando descubren la mediocridad detrás de la fachada.
Las peores elecciones ocurren cuando están basadas primordialmente en el atractivo físico o el poder económico de las personas.
En ambos casos, tarde o temprano, si no hay más que esto, las relaciones terminan convirtiéndose en algo aburrido, atroz, insostenible y como un cáncer, carcomen al resto de los otros integrantes, que compones el árbol de la familia, hacia abajo y los costados...

A través del miedo a la libertad se perpetúa la dependencia emocional y las personas confirman así su condición de prisioneras. La prisión que implica, estar en una mente equivocada, rozando lo psicótico, y serial...

Cuando estas circunstancias generan angustia y/o depresión, es probable que para aliviar tales síntomas se requiera un tratamiento médico, pero es necesario tener en cuenta que la disminución de dichos síntomas es sólo el comienzo de un proceso más profundo. Y sé de que hablo, porque a veces, para lograrlo, siento que estoy en un limbo de sensaciones, de tanta pastilla que ingiero, para estar anestesiado en estas circunstancias, ajenas a mi voluntad, y que su sola salpicadura, me afecta enajenadamente, aunque lleve diez años, gracias a Dios, alejado de esa mentira que, era tener que asistir o llevar a mi madre a la casa de mi hermano, porque la pobre, solo quería estar un día con su primogénito, y la extensión de sus entrañas...

Uno de los primeros pasos en el proceso de la independencia es combatir la fascinación por la comodidad. "Yo quiero ser libre, pero no quiero renunciar a mi comodidad". Y esto, obviamente es imposible, pues la libertad sólo se conquista a través de la lucha cotidiana.

No. No se trata de luchar tampoco... Se trata más bien de aceptar...

Un solo ejemplo: los celos (qué verracos si hacen sufrir) se deben a no aceptar que yo no soy dueño de nadie y que sólo el amor puede unirnos...

La libertad se conquista a través de la independencia de necesitar a los demás para sentirme bien, del qué dirán ( de los que de mi se dijeron infinidades de mentiras, que conformaron una sarta de cuchicheo, entre ésa familia que tanto tiempo tuve que soportar); de muchos falsos valores culturales, etc.

El miedo no es tanto a lo desconocido como a apartarnos de lo conocido, así estemos mamados de sufrir con eso y te das cuenta con el paso del tiempo, que en cierta manera seguiras siendo un esclavo de tus recuerdos.