La vida es como una receta en un restaurante, los
mejores clientes, saben cuándo acudir a comer.
Si!
Estos años, escribiendo, han sido lo mejor que me
ha ocurrido en la vida.
Comencé haciendo recetas y hoy me doy cuenta que
la vida, la felicidad y todo lo que conlleva, es como una receta. Amarga y
dulce.
Todo al mismo tiempo.
Eso es lo que hace que la vida sea deliciosa.
Por eso la vida, nos da recetas, o señales que
muchas veces no atendemos y, la vida siempre nos avisa cuando estamos felices,
nos está diciendo algo, como ese helado que queríamos tomar, o ese pastel que inundó la casa de olor a canela.
Claro, a veces, no vamos por el buen camino, que
es el del disfrute diario de las pequeñas cosas y, nos llena de ansiedad,
estrés, o depresión.
Obviamente nos pone mal, que se nos pase la
receta de la torta que estamos cocinando, o se nos cae el helado y, sentimos
una bofetada; pero cuando ocurre, si en vez de verlo como un drama más en tu
vida, te detienes y piensas que, a lo mejor, es la oportunidad de tu vida para
cambiar de sabor en esa receta complicada que es la felicidad de vivir y; será
allí, solo allí, cuando hayamos comprendido el mensaje, que la cosa puede
cambiar.
Siempre es un buen momento, para empezar con algo
nuevo.
¡Es como un buen abrazo!
¡Qué bien nos hace a todos unos buenos abrazos!
Los cuerpos siempre hablan mejor que las palabras, y un abrazo con afecto, lo
hace todo…
Creo que el vacío existencial que existe hoy en día,
es tan gigantesco e impresionante, que sabes que es muy fácil, llenarlo
ansiosamente.
Pero, ojo, si te crees que la felicidad llenará
tu vida corriendo detrás de ella, acabarás mal de la cabeza…Y, encima, te
saldrá mal…
Estoy convencido, hoy y ahora, que la felicidad
es como firmar una lista de pactos. ¿No?...
Por eso, me pregunto si vale la pena, ir
corriendo detrás de ella, cuando sabes que la realidad será peor.
Una putada! Ya lo sé, ¡pero es así!
Por eso os digo, que la felicidad llega solo con
la madurez de los años y, la del cuerpo.
(COMO HAN SIDO TRES POST, QUE DAN PARA MUCHO MÁS.
Aquí lo corto, y el próximo, ¡les haré reír con las andanzas de “Dominique!)