sábado, 8 de mayo de 2010

Tengo la edad que tengo…¿Duele, eh?...

Y tuve la suerte de tener una educación de ésas que ya no se llevan, o están pasadas de moda: Latín, humanidades clásicas, educación de urbanismo, con un conde que nadie conocía entonces, y era uno más ( Chikooff, era su apellido), una suerte…Sí…

Cuando salí de aquellas aulas, estaba convencido que quería dedicarme a algo que tuviera que ver con las personas, y sin embargo por necesidad, me dedique a los números…

En esas decisiones no hay porqués: son inevitables.

Para mí, en cambio, después de tantos años, y escribiendo éste blog, descubro que es una forma de vida espiritual, de conocimiento irrenunciable y profundo de la realidad, en que nos toca vivir, investigar, y a pesar de estar en contra de la tecnología, aplicada a idiotizar a la gente, sí estoy a favor de la informática al servicio de la gente, y cuando me asaltan dudas, busco, e investigo.

Me encantaría saber que se podría vivir, con lo que uno escribe, pero no soy un escritor, y menos una persona que comercializaría con sus recuerdos, antes de que me los olvide…

Y también tenía claro que quería ser un profesor, un académico más... de chaquetas en tweed, con pitucones de cuero gamuzado en los codos…Pero me estrellé.

A mi familia le fué tan mal, cuando quebró el banco de Italia y Río de la Plata, perdieron una pequeña fortuna, que me echaron la ilusión a la mierda y tuve que dedicarme a trabajar en lo primero que me surgiese...
En fin, fué humillante… Menos mal, que creí en mi mismo, y mis viejos también...

Mi papá tuvo su primer infarto allá, en el año 1974, cuando lo perdió todo…absolutamente todo…Tenía casi 60 años y yo no tenía más remedio: mi confianza en mí era lo único que me quedaba, así que volví a repasar la pila de originales escritos, que tenía guardados del Cole, y allí encontraría mi salvación...

Entre los tochos infumables de aquella pila, estaba un estudio, de las clases de literatura, de una novela, un thriller legal, una historia de abogados...

Ahora es uno de los tantos Best-Sellers, entonces no era nada. Y releyendo el análisis, me dí cuenta que hacer éso, re-leer e investigar, es una elección que debe hacer uno, no sólo en la necesidad, sino en toda la vida...

O sea.
Uno se abre un camino propio o sigue el que le marquen. O es líder o es seguidor... Borrego o pastor...
Consiste en descubrir un valor desconocido, hasta que apuestas por él o te limitas a que ya sabes que funciona y te quedas aletargado y cumpliendo el cursograma
Ojo que no le quito merito a lo segundo y sé también que es arriesgado. Y es mucho más aburrido...
Por eso yo me quedé dos días con sus noches enganchado al original analizado de ésa historia de abogados, y tramas, hipnotizado, obsesionado por la novela, y me lancé en la búsqueda de mi mismo, desde entonces y ante todos.
Quizá porque también era mi tabla de salvación. Y Grisham con su historia, medio que me salvó…
Me dí cuenta en mi tierna edad de adolescente, que cuando estoy incentivado, puedo con todo…

El acierto consiste tanto en saber elegir, el cómo y el momento.
Por ejemplo.
Hay personas, que siempre habían fracasado. Es decir, habían pasado completamente desapercibidos de la vida que llevaban, e inertemente, llegan a mi edad, sin penas ( suelen ser las más), ni glorias.
La gloria de decir “estoy preparado”, para todo, para lo que venga, malo o bueno…

Yo no me considero un fracasado, porque los que como nosotros que supimos preparar el momento y educarnos para ello, nos consideramos, yo al menos, seres solares, acostumbrados a que sean los planetas quienes giran entorno a uno…a la críticas...a los golpes bajos, y de tanto padecerlos, uno se auto inmuniza…

Por eso hay que educar en un sentido amplio. Crearles a los chicos expectativas; guiarles.
Los de mi generación, supimos desde pequeños, a hacérnoslo descubrir...
Tiene, todo eso, una ironía y una frescura y una calidad genuinamente Beat, como los que crecimos, en la década de los 60´s con entusiasmo.
Eso hacen los auténticos líderes: no sólo se arremangan, empujan al que le toca en turno y pulen con él, además de abonar el terreno para que cuando salgan a la calle, tengan quien te siga y que estén esperándote…

Los líderes del futuro escogerán a los didácticas de hoy, pero no porque sean mejores ni peores.
Elegirán a los que les sirven para sus necesidades de entonces y olvidarán a otros que hoy sirven las nuestras, pero eso a mí no me preocupa: bastante tengo con intentar servirme a mi mismo hoy, para preocuparme de los del futuro…
Pero uno, además de todo, debe de tener algo de poeta. Y siento muchas veces, que el líder definitivo, aún no ha nacido…
El sueño de un líder debería ser, encontrar a ésa persona que lo guíe, con calidad y exigencia, que además le guste a la gran parte de la gente: así el futuro líder gana prestigio y no te abultas después, la cuenta de resultados…
Por lo tanto, uno con la vida puede tener una relación erótica: la vida es tuya.
Se huele, se toca, se rompe, se mancha.
Anotas frases secretas en sus márgenes que te dirán cosas distintas cada vez que las descubras de nuevo... Puedes quemarla, escupirla... O descubrir en el papel que amarillea una mancha de café del día en que acabaste de leerlo y justo ese día, cuando lo descubre, se abrirá frente a tu vida, un horizonte sin límites…