jueves, 7 de octubre de 2010

Me encantaria ser un sutil observador de los vericuetos de las relaciones humanas, y poder plasmarlas mejor, a travez del catalejo de la ironia...

Me encantaria, ser un cruce entre un historiador de Oxford, los Monthy Python, y Truman capote...Casi nada!

Que las personas que me lean, y a partir de ahí, se les despertara la fiebre por la lectura, y que fueran cambiando sus intereses y conversaciones, provocando el estupor de las personas que lo conocen...

A veces, me creo Virginia Woolf, que era muy buena escritora epistolar y de diarios, cosa que es mas llevadera que escribir una novela...

No soy muy bueno, con las tramas, pero en este blog surgieron cosas de modo extraño, como si a los personajes los llevara dentro de mi y a su vez, se fueran desplegando automáticamente.
Es algo que no sé, y nadie lo sabe, no existe una constancia de que se sepa, no?

Así y todo, se que hay gente que se interesa vivamente por mis opiniones y conocimientos, que me imprimen, y me leen en los trenes, o en los autobuses...

No debría mostrar preferencias ni gustos, dejar mi personalidad al descubierto, y dejar fisuras abiertas, por donde puedan entrar y hacerme daño...

No sé qué sucedera cuando decida dejar de escribir, pretendo que los que me leen, no sepan o intuyan nada, de lo que sucederá con el próximo post, hasta que pronuncie la última frase...

Es que me gusta escribir sobre gente que está como fuera de sus propias vidas. De gentes o de mi mismo, que estamos muy distantes de la vida que nos ha tocado vivir.

Sin ir mas lejos, yo he sido muy convencional que, simplemente, hacía bien su trabajo y que, en mi blog, poco a poco voy adoptando un comportamiento más excéntrico o
inusual al atreverme a tomar decisiones propias, dejandomé guiar por mi propio criterio.

Me interesa mucho el tema del destino que nos marca para siempre o que podemos romper si nos decidimos a ello.

Yo creo que esto me viene de mis padres, ellos eran obreros y creían que el trabajo que hacían les determinaba de por vida, que les condenaba a vivir de una determinada forma en un determinado lugar, donde nacieron.
Me interesa la idea de que la gente puede escaparse. La huida… es una idea bella, ¿verdad?

Siempre hablo de mis padres…

Hay gente que cree que los exploto pero es que los padres son la única fuente realmente auténtica de la experiencia de un ser humano.

Mi admirado Edgard Allan Poe dijo que cualquiera que haya sobrevivido a su infancia y conseguido llegar a los 18 años, tiene ya suficiente material para escribir durante el resto de su vida, y es verdad.

Siento que, mi blog, en el fondo es un libro sobre el poder de la lectura para cambiar y enriquecer nuestra vida.

Puede que no en todos los casos se dé de un modo tan dramático, pero creo que leer transforma tu vida, abre puertas insospechadas, particularmente en las situaciones opresivas, ya sean personales o políticas, individuales o colectivas. Genera dudas, despierta preguntas…

Si lo he hecho mal, no sería buena cosa mantener un error durante demasiado tiempo y, si está bien, pues la gente se queda con un gran sabor de boca y quiere más. Me gusta más escribir de este modo, que novelas.
Procedo del mundo de los emigrantes y tengo costumbre de estar siempre contando el tiempo, pensando que cada acto no puede extenderse por mucho. Mi oficio es narrar una historia en cuanto algun “click”, me abre la cabeza...

Insisto en que la mejor sátira proviene del afecto. Siempre cae simpática la gente que es capaz de sobrevolar por encima de los demas, y a la vez estar por encima de la vida del público.

Saber poner distancia muy bien.

Me gustan los diálogos oidos alguna vez.
Encuentro en ellos una manera de decir las cosas que no es artificial, como si el narrador tomara su distancia ante lo que pasa y eso se notara en el modo en que habla.

Todo ese montón de deberes y obligaciones que asumimos desde que nacemos, son una carga enormemente pesada para cualquier cabeza, no podríamos encontrar a nadie que lo hiciera de forma que fuera capaz de no mostrar a la gente, lo que realmente piensa para tener legitimada su autoridad.

Si uno toma decisiones y manifiesta opiniones que pueden ser objeto de protestas, entonces ya es otra cosa, habras logrado un objetivo.

El de escribir, es un trabajo muy duro, algo que proviene de otra época y que resulta de interés conservar.

Es un trabajo tremendamente pesado para alguien que haya sido educado normalmente, todos esos actos, historias...

Es interesante cuando digo que las diferencias sociales, sexuales, raciales, me parecen insignificantes…

Para mi, todas esas distinciones carecen de importancia, porque no hay mayor diferencia que la que existe entre el resto de los seres humanos y yo.

Una vez, en un vernissage, hubo una persona muy importante que llevaba la misma ropa, que yo, y ¿Se imaginan? Cuando esta persona, lo primero que hizo fue disculparse enormemente ante el entuerto y yo le respondí serenamente: "Nunca me doy cuenta de la ropa que lleva la gente".

Lo encuentro maravilloso, porque la persona ésta, tenía muy buen gusto y era muy elegante.

Escribir...

Hay pocas cosas más placenteras que eso. El lector está ante lo que he escrito, solo.

Es mágico, una relación mucho más personal y profunda que la que estableces con el dialogo o la confrontacion.