viernes, 24 de febrero de 2012

Tenemos que aprender a cortejar, ultima parte...

Creo y estoy convencido, que en toda relación iniciada luego de los pequeños pasos que he contado sobre el cortejo, cada uno debería tomarse su tiempo.

Personalmente me sorprende mucho cómo una enormidad de gente gay se van a vivir juntos apenas pasados dos meses de conocerse. Te dicen cosas como “es que estamos seguros de lo que sentimos y, además, los dos creemos en la pareja”.

¡Nooooo! La están cagando espectacularmente.

Si una receta dice que cocines el pollo durante una hora a 120º y tú lo pones a 240º ¡conseguirás quemar el asado en la mitad de tiempo! La pareja no se forma con una decisión,la pareja se construye por medio de un proceso que dura su tiempo y que tiene unos pasos que no te puedes saltar porque éstos tienen que ver con cómo tu sistema emocional crea los lazos afectivos.

Lo que la gente de todas las apetencias sexuales, deberían reconocer es que no son capaces de vivir solos, o que están asustados ante el miedo de que se les pase esta oportunidad, o se les cocine demasiado el guiso...
Pero no se engañen porque luego, cuando salga mal (que saldrá), le echarán la culpa a todo menos a vuestra incapacidad y continuaran tropezando una vez tras otra contra el mismo obstáculo...
Mejor tomarse vuestro tiempo para interesaros el uno por el otro y disfrutar del descubrimiento mutuo.

Nadie emocionalmente equilibrado dice “te quiero” a las dos semanas de estar saliendo con otra persona!!!
A veces cuesta escapar de alguien tan vehemente en las expresiones de sus afectos pero, siendo honestos, no es que les ha aparecido un cuento de hadas… es que se confunde “enamorado”con “ilusionado”; “querer” con “desear”…y las confusiones no suelen llevar muy lejos. Por mucho que te encante sentirte tan deseado y necesitado, sé honesto sobre tus emociones presentes y no las confundas con las que te gustaría estar viviendo ya.

Si sólo es interés e inquietud(esas cosquillitas)no lo llames “enamoramiento”,al menos no hasta que se convierta en un enamoramiento real.

Creer en los cuentos de hadas es tomárselos en serio: si crees en el amor, no lo confundas con un sucedáneo. Amor no es dependencia, amor no es espejismo, amor no es irracionalidad,amor no es ir antes de tiempo.

El vínculo, el enamoramiento, se genera con los encuentros, con el interés que se despierta en el uno por el otro, con los buenos ratos compartidos…

En lugar de emocionarte con la adrenalina, deja a tu cuerpo producir oxitocina a su ritmo... ya verás qué subidón.

Por último recuerda que “uno se enamora de un proyecto de vida”, es decir: uno siente amor cuando se encuentra con alguien a cuyo lado uno puede ser quien siempre ha sido.
Te enamoras de alguien compatible.

Los extremos opuestos se atraen porque se producen curiosidad, pero no suelen ir más lejos de una aventura. A medio plazo, o hay compatibilidades, o es imposible una convivencia satisfactoria.

Durante el cortejo mostramos al otro la vida que podemos compartir: el tipo de ocio que nos gusta, los detalles que somos capaces de tener, nuestros intereses, nuestras prioridades.

No lo hacemos en profundidad (eso ocurre durante el noviazgo, hace falta tiempo) pero en el cortejo dejamos entrever qué clase de vida “le ofrecemos”(y durante el noviazgo demostramos que no era “de boquilla”).

Cuando estaba rumiando este artículo vi “Superman returns”. Hay una escena en la que él lleva a Loise a volar. Hablan de sus vidas, ella se ha casado y su marido es piloto: “Me lleva a volar a veces” y él le contesta “Sí, pero seguro que nunca como conmigo”. Entonces la cámara se dirige hacia abajo, el mundo queda bajo sus pies y ella se da cuenta de que él le está ofreciendo todo aquello.

Me pareció una metáfora fantástica del cortejo, un perfecto “ven conmigo, mira la vida que te ofrezco”.

Si Superman fuese gay, también cortejaría volando ¡estoy seguro!

(fin )