martes, 21 de febrero de 2012

Tenemos que aprender a cortejar parte 1...

Hoy escribiré como prometí, sobre el cortejo...

En la época de Internet, es algo pasado de moda?, Antiguo?, Poco funcional?, En serio voy a escribir sobre ésto?

Ya saben, quienes me siguen, que soy un sostenedor ferviente, de las relaciones sentimentales entre los seres humanos, y siempre he tratado de mostrar cómo, el amor de verdad, es importante, en todos los lugares del planeta, incluyendo aquellos, donde aún se celebran matrimonios por conveniencia, sino también en todas las épocas de la historia, ha existido el amor romántico y todo aquello que consideramos que forma parte de él: “Enamoramiento”; “Cortejo”; “Convivencia” y “Ruptura” (incluida en ésta última categoría, una ruptura por muerte)...

Habría que añadir, que aunque muchos digan que el amor es un invento comercial, y que esa persona que lo diga, no esconda una profunda herida emocional, puede ser que entonces pueda comenzar a tomarme en serio esta teoría...Hasta entonces, seguiré apoyándome, en lo que dicen las evidencias científicas.

Son justamente las científicas, que nos dicen que los seres humanos, como los primates(que lo somos) nos enamoramos, y cortejamos al igual que lo hacen los demás animales: el pavo real que despliega sus plumas coloridas; las ballenas, que cantan; los leones que se frotan los hocicos; los monos, que se quitan las pulgas y las mastican con los incisivos, muy graciosamente...

También es interesante saber que las parejas de leones gay, también se frotan los hocicos, y se acarician mutuamente antes de copular...
Los avestruces gay, tienen una danza de cortejo diferente de la que usan los avestruces heterosexuales...
Los elefantes gay, se entrelazan las trompas antes de montarse, y es entonces cuando me pregunto:
¿Si los animales se cortejan, habiendo de éstos, gay y/o heteros, porqué no íbamos a hacerlo los humanos?

En los seres humanos, el cortejo es muchísimo mas sofisticado, que la simple exhibición de determinadas características físicas ( ustedes me entienden, verdad? ).
Esto incluye conocerse, despertar interés, agradar, excitarse.
El problema está en lo que nos hace suponer el sentido común y muchas personas se quejan que no sabemos cortejar y que éstas quejas, son más que razonables.

En el ambiente gay, me atrevo a decir, que somos pocos y cada vez menos, los que somos dados al cortejo, ese tipo de cortejo que va mas allá de mostrar carne y de hecho, incluso tengo una hipótesis, de porque es así:
¡ Nos hemos entrenado a ser así!!!!...

Dicho de esta manera puede sonar a tomada de pelo, pero déjenme explicarles un poco porque lo creo:

Los heterosexuales entrenan durante la adolescencia y cuando un chico llega a una edad para plantearse una relación en serio, supongamos que a los 25 años, ya lleva como poco desde los 12 años, saliendo con chicas, o intentándolo, aprendiendo a querer la conquista y a lubricar los métodos de conquista, tonteando, quedando para ir a tomar algo juntos, demostrándoles interés, captar la atención...O sea cortejando...

Nosotros los gay, no hemos entrenado en absoluto, al contrario:

En la adolescencia, nos pasábamos el tiempo luchando contra nuestro conflicto por ser homosexuales (cosa que a mi no me pasó jamás, gracias a Dios!!!!) intentando que no se nos notase, y teniendo un miedo terrible, a que aquel compañero de clase, se enterara que estábamos enamorados de él, otra cosa que no me pasó a mi, porque estuve de novio con mi compañero de colegio, desde pequeño!!

Por otra parte, históricamente, nuestras relaciones han sido siempre veloces, y furtivas: donde fuera echar un polvillo rapidito, y volver a casa prontito, sin levantar sospechas, y ni que hablar de los que tenían mujer e hijos!!!!

Esas han sido las constantes históricas de las relaciones gay, no mostrar jamás sentimientos, focalizarnos en el sexo, e ir con mucha rapidez...
Con estos antecedentes ¿quien puede aprender a cortejar?

Por si fuera poco, y quizá a consecuencia de lo anterior, nuestros espacios de socialización, han y están establecidos, en lugares exclusivos dados al sexo: bares de cruising, saunas, cuartos oscuros, sex-clubes, etc...
Esto ha hecho que muchos de nosotros, intentemos evitarlos cuando nos planteamos conocer a “alguien especial”.

Por cierto, mi hipótesis, puede contrastarse empíricamente, y si tengo razón, a medida que ser homosexual se normalice, y nuestros adolescentes puedan relacionarse con la misma naturalidad que los heterosexuales, entonces será mas fácil ver a dos chicos cortejándose, y éste paso será parte de un proceso de enamoramiento tal, como lo es en los heteros...

Por ejemplo:
Un amigo bastante joven, me contaba que en “mi perfil, tengo puesto que me gustan los hombres galanes, ¡ Y solo me entran señores de más de 65 años!, ¿o es que no hay galanes de mi edad o menores de 35 años?

Es así que inicié esta elucubración sobre la galantería, que no tiene nada que ver con galardonar, y pensé en la ausencia de cortejo en ambos bandos.

El heterosexual y el gay...

Comencemos por aclarar que cortejo, es ese proceso a través del cual dos personas se van captando mutuamente, se prestan atención, hasta el punto de desarrollar un genuino interés por conocerse mejor, con la intención de llegar a una posible relación sentimental.

La función del cortejo, fundamentalmente, es despertar el interés de la otra persona, evaluando si se es compatibles, o nó, pero mucho cuidado porque esas cosas se definen luego, durante un noviazgo!!!!..

En las relaciones gay, con lo mucho que se focaliza en el sexo, uno va a esos lugares de “ socialización”, que mencioné mas arriba, y siempre están llenos ( ¡algo bueno tendrán!)...

Algunos dicen que es porque no queda otra, y otros porque en el fondo, nos encanta el sexo, como a todo el mundo!!...

Asique cada postura tiene parte de razón, y también su parte de mentira, porque es cierto que los hombres somos básicamente sexuales, y también es cierto que echamos de menos, otras formas de relacionarnos.

Quizá una de las cosas que tengamos que aprender es que los chats, los bares, las discotecas, y tantos lugares donde encontrar “alguien especial”, o el polvo que dependerá de los protagonistas que sea pasajero o nó, es entonces donde tenemos que saber que si uno no es habilidoso en el cortejo, por mas que salgamos de excursión con 50 putas, o 200 gay, volveremos a casa tal como salimos, con un calentón, que desembocara en la cara con sus correspondientes “pornoco” o “pornofo” ( por no coger para los de argentina y por no follar para los de acá)...

Así que el tema pasa porque lo importante es, al fin y al cabo, no el contexto en el que se conoce a otra persona, sino la clase de relación que se establezca con esa persona.
Si no te lo trabajas, no hay nada que hacer, ¿o acaso alguien te dijo que las cosas importantes de la vida, crecen solas en los arboles?

A ver qué nos dicen las generaciones futuras.

( CONTINUARÁ)...