viernes, 12 de noviembre de 2010

Mi futura novela...

La parte siniestra del ser humano es lo único que me interesa, lo demás ya lo conozco y de esto se tratará la novela que estoy pergeñando.

Llegar a ser quien eres, mostrándole al mundo y poner de manifiesto, el insidioso deseo de dejar al descubierto lo que queda después de mostrar la verdad: el secreto que ocultaban.

No me gustan las máscaras, la manera cómo las personas se esconden detrás de un traje o de una sonrisa falsa o una piel de cordero. Sé perfectamente que eso es un engaño.

Pero, por encima de todo, me interesa radiografiar al ser humano a través de sus actos.

Yo me definiría a mi mismo , como un personaje bastante extraño, que toda la vida ha estado muy atormentado por saber las verdades, sin saber de dónde venía ni adónde iba.
En otras épocas, me sentía el sol, en el cual los planetas giraban en torno a mi...
Sí, mi trayectoria es muy compleja, de película, diría yo...

A lo largo de mi vida, he dicho las cosas cómo las pensaba tanto si gustaban como si nó.
He aprendido a ser más contundente, a tomar las decisiones y no arrepentirme, a darme cuenta de que las cosas que me pasan, sean horribles, o nó, pueden ser un regalo del destino...
La consecuencia, de esto, es que, te encuentras con personas de un alto nivel intelectual y cultural cuyas opiniones se equiparan a la de gente con pocos conocimientos.

Esto es lo que está sucediendo en la era de Internet.

Fué por eso que pensé que podía ser un buen principio para hacer ficción puesto que, a pesar de que pretendiera explicar esa parte de mi vida a través de una biografía, siempre es necesario recurrir a la memoria, que es como un filtro, con el que no puedes plasmar con veracidad todo lo que te ha ocurrido.

Pero sí, es cierto, estas redes sociales están montadas para que todos nos espiemos.

En el momento en que agregamos a alguien, es que albergamos el deseo de saber cosas de su vida privada. Y, aunque no sea así, siempre al conectarnos a Internet dejamos rastro, incluso, cuando compramos un billete de avión online.

Me da pavor!!!!

Sin hablar de los móviles, que permiten estar localizable las 24 horas del día!!!. ¡Necesitamos tener nuestros secretos!
Y yo no quiero convertirme en un masoquistas de mi intimidad!!!!

De hecho, al estar inmersos en esta vorágine, ni siquiera nos damos cuenta, lo cual tiene su precio y, de hecho, ya lo estamos pagando.
Y siento que a la gente, sólo les falta quedarse a dormir en la empresas.

Si reflexionamos, es un sistema muy perverso; lo justifican diciendo que se preocupan por sus empleados, cuando en realidad lo único que les interesa es el margen de beneficio, que se ve incrementado puesto que la gente trabaja a gusto y hace muchas horas extras.

Hay detalles de mi vida que nunca explicaría a un compañero de trabajo!!!...Problemas de salud, porque hoy en día la tendencia es el culto al cuerpo, la eterna juventud, se valora mucho el estar muy sanos; tampoco si te gusta un compañero, porque al día siguiente toda la empresa lo sabrá, lo mismo si te echaste un polvo con un tipo que sólo sabes que se llama, “Hot-Chokolat”...

En definitiva, hay que intentar ser cordial y partícipe de todo tipo de conversaciones, pero siempre salvaguardando estos detalles ocultos.

Por eso es importante mantener el celo de nuestra vida íntima...
Ya que la información es poder; en cualquier momento se puede usar en contra tuya. De la misma manera que cae el sostén, los calcetines, las ligas, cae la máscara.
Es el reflejo más contundente de lo que somos de verdad.

La imperfección es más fecunda, permite seguir adelante, mientras que lo perfecto y acabado se cierra sobre sí mismo...

Ese es el error de mucha gente que escribe...

Por eso a medida que avanzo en la escritura, siento que son como muchas ideas mías, oscuras, pero sugerentes...

El secreto?lo que trato de hacer cuando empiezo: no tener un plano claro, para vagar e improvisar.
Me intereso y dejo de interesarme por las historias que comienza y va caminando de lado a lado según se le ocurre. Ni sé, ni me importa por qué ocurren las cosas.

De ahí que lo mio parecen novelas escritas por miles de manos que avanzan a impulsos. Porque cuando uno escribe tiene que sostener esas cosas, mientras que con la novela puedo disparar cualquier pelotudez...

No tengo pasta de filósofo.

Por primera vez estoy haciendo una obra que no sera efímera y que sea destruida por la idiotez.