JIM LIAO ( of course!)
No soy ningún ex - angelito que un buen día tuvo un bajón, decidió
replantearse la vida, empezar de cero, abandonarlo todo y dedicarse a ir en
bicicleta, y mirar los prados verdes…
No, no soy de ésos.
Decidí convertirme en uno que piensa y filosofa sobre lo ocurrido
y participar en éste, mi blog, las experiencias más duras, para tratar de
averiguar dónde estaba el límite del ser humano.
Esta puede ser mi presentación, un párrafo donde quedan muy claras
las intenciones.
Y puedo definirme como una persona ambiciosa, optimista,
constante, y con ganas de superación.
Siendo muy joven me interesé por la administración de empresas,
donde gané mucho dinero, pero también coseché algunos de los golpes más duros
de mi vida.
Después de una temporada donde la fiesta nocturna se convirtió en
mi máxima aliada, me interesé por la gente y decidí descubrir cuál era el
límite en algunas de las cosas de la vida.
Mi principal objetivo no es ganar, es llegar al final, no
abandonar, exigirme el máximo.
Y tengo, ahora, otra motivación. Compartir con mis fans de mi
página Web todas esas experiencias.
Sin ella ahora no podría estar aquí, contigo, leyéndome.
La vida es muy dura y hay que sentirse en constante motivación, y
la primera vez que me hice la pregunta que me ha servido para titular este
blog, me di cuenta que no hubo pregunta directamente, pero indirectamente debió
ser cuando decidí dejar la estupidez atrás, para intentar ver si era capaz.
Fué mi primer test con mis límites de aquel momento y, el primer
límite superado fue poder trabajar en el...
Y les aseguro que, todavía no sé cuál es mi límite.
Pero quiero dejar claro de forma reiterada, que sí, que tengo muy
claro, dónde no está.
Por consiguiente, el límite está en todo lo conseguido hasta
ahora.
Pienso que, de una manera u otra, ningún ser humano debería
considerar que ha encontrado su límite, porque los límites de cada persona son
relativos y te das cuenta con el tiempo que es un estado mental.
Hasta ahora puedo decir que mi límite está en haberme dedicado a
lo que siempre he soñado, en haber conseguido aquellos retos que me he
planteado hasta ahora y en intentar ser feliz y dueño de mi vida, la verdad es
que tampoco he aspirado más.
Soy consciente, además, que encontrar los límites podría haber
acabado con mi propia muerte, pero la muerte es algo que no me asusta nada, me
asusta mucho el dolor, pero no la muerte.
Cuando muera, pues me muero y ya está. Además, como soy consciente
de que la muerte puede llegar en cualquier momento, pues oye, Carpe diem a
tope, y a disfrutar de la vida. ( y que cada uno la disfrute a su manera)
La he visto de cerca, reflejada en los cuerpos inertes de gente
querida, pero a la mía, hasta ahora no.
He sufrido mucho dolor, físico y mental y, sí que les puedo decir
que el dolor y el sufrimiento son tremendos, pero son parte de la vida.
Una de las fórmulas que aplico para hacer que ese dolor no sea tan
intenso es engañando a su propia mente. Y para conseguirlo (es muy difícil), es
una cosa que sólo se consigue si se entrena con el día a día.
Parar y rendirse es lo más fácil, entonces hay que buscar pequeños
objetivos constantemente para que eso no suceda.
Y que conste que la palabra abandono, existe en mi vocabulario, Me
guste o no, la he sufrido, he sufrido abandonos, sí.
Y es en esos momentos en que uno siente la muerte a flor de piel y
te acabas dando cuenta a posterior, excepto alguna ocasión que sí que ha sido
por falta de salud mental, que podrías haber continuado y que abandonas porque
te planteas unos objetivos que, quizás no son del todo tu trabajo.
Así que intentaré de pasármelo un cacho mejor y bien, y si puedo acabar todo el
tiempo que transcurra, mejor.
Pero sobre todo me gusta sentir que todas las horas que he estado
pasándolo bien se reflejan ahí, en mi cara y mi fácil carcajada...
Por supuesto, el primer objetivo es acabar pasándolo bien, o
mejor, porque no hay que perder la perspectiva de las cosas y, sé que una vez
que se acabó, intentaré la próxima vez a hacerlo de la forma más satisfactoria
posible.
Supongo que ahí el límite es mantener los pies en el suelo, cosa
que creo que no es tan fácil…
Sí, es muy difícil; no me escondo que pasé un par de años de
desequilibrio, vaya, que en algún momento te aseguro que los pies no los tenía
en el suelo.
Cuando con 28 ó 38 años tu mayor preocupación es ver qué piso te
compras, o en qué banco pides una hipoteca, te das cuenta que tampoco tienes
unos amigos que entiendan eso.
Fue un momento complicado y la verdad es que afortunadamente al
final supe llevar la situación.
A mí la vida, tempranamente, me ha dado una madurez de muchos años
en muchos aspectos.
Te enseña que tienes que tener las cosas muy claras.
Después de varios, pero muchos años, donde he sobrevivido a una
crisis tecnológica y varias crisis bancarias, ya he tenido tiempo para estar
arriba o abajo.
Resulta ser más duro que jugar a ser un agente de bolsa, porque en
la Bolsa se dedican a dejar la vida allí dentro todas esas personas.
Es un mundo muy complicado, donde hay que tener las cosas muy
claras, ser muy disciplinado y la gente ahí no es disciplinada…porque se trata
de intentar aprovechar las oscilaciones de los valores el mismo día, es decir,
comprar y vender acciones el mismo día e intentar obtener un beneficio diario y
si hay pérdida asumir la pérdida y realmente suena estresante…
Allí te dejas la vida y, te llevas la muerte…
A mí me ha salvado de acabar instalado en mi propio y personal refugio, de por vida; descubrir un buen día la depresión y refugiarme en mi mundo interior y,
posiblemente si no lo hubiera hecho, ahora sería un juerguista de cojones,
porque me lo paso muy bien y me gusta mucho divertirme. Así que es muy posible
que la depresión haya sido un buen escape.
Fue bastante desagradable el inicio de la depresión y, sobre todo
el motivo por el cual me hundí…
Diariamente, lamentablemente, hay cientos de personas que mueren
por un ataque de corazón.
Pienso que en esta vida te llega la hora, y cuando eso pasa, te
llega sea donde sea. Hay que hacer las cosas con cabeza, con responsabilidad,
pero sé de gente muy preparada que ha tenido sustos peores…
Como estar muerto en vida, y no darse cuenta…
De Chirico ( no me gustaba como quedaba de De De Chirico)