viernes, 28 de octubre de 2011

Internet, blogs y otras nueces...

A pesar que estoy en contra de muchas cosas de la era del Internet, debo reconocer como ya lo he hecho en otras ocasiones, que la oportunidad de poder escribir un blog, es que ademas de los eternos seguidores, amigos incondicionales de mis escritos, y los otros, los ancestrales como suele decir de mí, mi amigo tan querido, Mariano; es que si la gente en general, usan Internet para informarse, puedo estar al lado de periodistas de prestigio o autores clásicos, y codearme con ellos en lo que seria un “ciber-codeo”...

Es además y en cierta manera rendirles un homenaje a aquellos que escriben mejor que yo, que ganan premios, son conocidos, y más eruditos e inteligentes y famosos, o lo fueron anteriormente y hoy gozan del placer perpetuo de ser leídos, mas allá de sus vidas terrenales.

De eso, de la escritura, vía blog, les quería decir algo, y es que para seguir debatiendo, o discutiendo, porque no sé qué palabra le va mejor, a esta actividad, que hace poquito, ayer si se quiere, fue tan aireada, vapuleada y vituperada.

Internet. Es un gran instrumento. Como la imprenta. Si lo utilizan forajidos se convierte en un vertedero de mierda...
Cuidado!!!...

Que no se hicieron barbaridades con los libros, con los periódicos tal como los hemos conocido.

El anonimato al que anima Internet no sólo está en los comentarios a los blogs , cosa que no permito en el mio, pero sí que me envíen mails, y los hagan a mi persona, para bien o para mal, ayer había uno lamentable, de los que si se pudiera, nunca deberían ser publicados en ningún sitio por una persona que no diera la cara, y ni así, sino en confidenciales espacios de rumor y de calumnia, etcétera.

Parece ser que unos cuantos, han sentido un dedo en el culo, sin permiso, cuando escribí, sobre las crisis de las edades de la gente gay y no gay, aquí mismo, y de las inmundicias que se ven en los sitios de ligoteo y folleteo en las webs ( levante y garche, para los de allá), y lo bueno que tiene Internet, es que puedes bloquear y eliminar a esos indeseables que son paranoicos, susceptibles y perseguidos, por las malversaciones de sus tiempos y vidas, con los culos gordos de tanto sillón giratorio...

Evidentemente, hay espacios nobilísimos que le han dado a los blogs una nueva dimensión, de inmediatez y de comunicabilidad democrática y abierta.
La coexistencia de ambos valores (un contravalor y un valor) obliga a reflexionar en este instante sobre la contaminación que lo malo ejerce sobre lo bueno.

Y alertar es una de las dimensiones de nuestro compromiso como personas que escribimos y por tanto como ciudadanos.
Que me perdonen si generalizo a los nobles ejercientes de este nuevo oficio, que sería el buen oficio, de una suerte de periodismo en Internet.

Si naciera otra vez, querría ser periodista desde el vamos. Uno de los mejores oficios del mundo. Y puede ser también el más abyecto y demoníaco.

Lo practica gente de todas clases, y mucha gente, de la que lo practica, no lo quiere. Los que lo quieren y lo defienden son buena gente. Sin ser buena gente no se puede ser periodista, dijo hace mil años Ernesto Sabato.

Se puede; pero lo aconsejable es que se sea buena gente.

Estamos en un tiempo en que es necesaria la gimnasia de la nobleza; el periodismo es tan delicado como esas mariposas que hacen el viaje de Canadá a México para reproducirse; viven seis meses, tardan diez días en hacer el viaje, son frágiles pero decididas.
El periodismo no es exactamente una mariposa, a veces es un murciélago.
Para hacerlo bien hace falta mucha gimnasia, como para ser buena gente.