lunes, 13 de junio de 2011

La buena nueva cocina Inglesa...

Jamas hubiera imaginado Sir Winston Churchill, que la cocina inglesa, del siglo 21, fuera tan variada, divertida, apasionada, y casi comparable a muchas de las comidas latinas....

De seguro seria un asiduo comensal del restaurante "FIVE", de Jamie Oliver...

Un cocinero, ya ni hablo de chef, o gourmandise, o epicureo, o tantas palabras utilizadas en la gastronomia, para definir a la persona que pone pasion, amor , improvisacion y paciencia en la cocina...Qué mas da el titulo detrás de las hornallas...

Todo eso es Jamie Oliver, a tal punto, que ha sido nombrado un elemnto clave de la salud pública de Inglaterra, para cambiar las reglas alimenticias del Reino...De esa manera, contribuye a desmitificar hitos y crear conciencia, evitando que la gente coma las mierdas que comieron siempre y en feroz guerra a la obesidad infantil...

Uno lo ve, revolviendo las ensaladas con los dedos, de abajo hacia arriba ( como debe ser), oliendo las verduras que compra, como corresponde, a la mañana, con el rocio que las empapa, oliendo la tierra aún en sus hojas; o ir a las carnicerias, elegir el trozo de carne que cocinará, y tomarse una cerveza con el carnicero " The butcher"; o adentrarse en las panaderias, y mordisquear las prensaduras de harina, para ver si el pan que sacaran a la venta, está en su punto justo; o...

Qué quieren que les diga, yo quiero un novio asi!!!!!...quién nó, no?

Ademas si no te gusta la cocina, es verlo en su medio ambiente, moverse como una anguila escurridiza, escuchando el ruido de las sartenes; dandosé cuenta por el aroma, que la carne del horno ya está lista; rayando hinojos en la parte mas tierna y separando los tallos gruesos, para incorporarlos a un asado de cordero; o machacando especies en un mortero de piedra ( de esa manera debe hacerse)mezclando curry, pimientas, ajos, mentas, aceites, almendras y con esa pasta molida hacer un aliño, que despierta todos los placeres sensitivos...

Realmente, verlo es un lujo, y degustarlo, un orgasmo...

Tuve el placer de comer personalmente una de sus comidas hace no mucho tiempo y de sorpresa, en la casa de unos amigos ingleses, quienes lo habian invitado a Barcelona, para ir luego a Cadaques, el pueblo de Dali y Gala, donde alli, buscaria las recetas que estos hacian, y que dicen eran dignas para ser enmarcadas...

Recuerdo de que esa noche, por supuesto, a mi se me detuvo el tiempo, coji una banqueta y me quede en un rincón, sin respirar siquiera, observándolo, en una reverencia silenciosa.

Hizo pechugas de pato, a la sartén, con la parte grasa sobre la misma, una tapa y un peso encima, para presionarlas y así la grasa se quedara crocante y seca, como un chicharrón; ensalada tibia de canonigos ( berro), con orejones de duraznos e higo sarteneados, en el jugo que largaron las pechugas, y queso parmigiano rayado con la punta del cuchillo, mucho chile ( ají picante), hinojo cortado con el pelapapas, y un aliño de aceite de oliva, vinagre balsámico y soja, con nueces, todo machacado en el mortero. De postre nada mas sencillo que hielo triturado, con limon apretujandolo sobre su mano para sacarle el jugo y las semillas quedaran en los dedos, el que habia sido mezclado con el hielo, y menta picada, llevado al congelador hasta que se sirvio en la mesa...

Todo fue como echarme un polvo, mega-galáctico.

Primero, porque Jamie es mi chef/cocinero/gourmandise/epicuero internacional por excelencia.
Segundo, porque cada vez que lo veo por tele, me derrito ya que es de lo mas informal que pueda existir en la cocina.
Tercero, porque transmite su Pasion, asi con mayusculas, cuando cocina y cuarto, porque gracias a él, hoy en día comer en cualquier lado de Londres hasta los famosos "fish & Chips", ya dejaron de ser el asco vomitivo, que eran hace diez años atras...

He comido en restaurantes de barrio, de pueblo, baratisimos, vamos...donde me sirvieron el mejor steack del mundo, ya que entre sus nódulos de grasa, habían ramitos de tomillo y salvia, los que le daba "ese toque Oliveriano"...acompañado del mejor puré de patatas, con cebollas previamente fritas, cuasi quemaditas, y en vez de tener las toneladas de mantequilla que solían ponerle, ahora se sentía el verdadero sabor del buen aceite de oliva...coronado en una superficie de ciboulettes, y queso gruyere, hecho en unas cacerolitas de metal, que tapadas con su tapa de hierro, iban unos 5 minutos al horno y lo trajeron chisporroteando a la mesa..."take care, sir, its burning"...

Una gozada...

Sin dudas, Churchill, se debe estar revolcando en su tumba, y lamiéndose los colmillos, porque ¿ese?...
Ese si que prefería comer como un Rey, antes que echarse un buen polvo...