sábado, 8 de octubre de 2016

NO SON ESTAS HORAS DE ESCRIBIR!

son las 03:35.......................................... 


No tengo oficio ni beneficio. Soy un individualista anarquizante a lo Baroja. A veces me pasa que no quiero creer en Dios, solamente cuando estoy en apuros. Me gusta pasear por la playa en invierno y salir a beber algo con mis amigos de toda la vida.

Es muy bueno, escribir cosas que te interpelan, exploran, hurgan, hacen pupa y acarician. Algunas sé que son exquisitas, escritas con hondura, dichas con terciopelo, escritas con primor, otras con dolor y furia contenida. No soy un tipo conocido ni quiero serlo. Sosegado, sólo busco vivir tranquilo y en paz conmigo mismo leyendo todo lo que cae en mis manos o para deslumbrar a las amigas y a los amigos. Es un hallazgo muy placentero. Soy de los que dicen “De mi casa”

Pos si, raro. Excéntrico diría mi amiga Rebeca, cuando ella se auto define.
No es ningún esfuerzo. Es sólo que me asquea el tiempo presente, me disgusta.

Me gusta aquella Europa de mi niñez, sencilla, austera y tranquila, sin tiendas de marca, sin este frenesí... ¡Por mí, volvería a la autarquía!

Difícil: el mundo es global. Por eso me encantaría vivir mis años venideros en una movil home, caravana sin ruedas, y muy bien. Pero con un sofá. Y un perro, y libros como única compañía.

Los libros, en cajas. Y un rincón para leer, agua caliente, un fogón... No necesito más.

Sé que se puede vivir bien así. ¡No te llegan cartas ni publicidad al buzón! Y es muy romántico, sobre todo cuando llueve sobre el techo. Y se liga. ¡Tenderemos a vivir así, ya verá!

Me dará igual. Yo escribo para impresionar a los amigos. Y, sobre todo, en el momento de mi muerte "sólo lamentaré perder a los hombres que amé".

Rehúyo del éxito. Ser muy famoso es engorroso, no tendría calma. Con lo que me encanta pasear por una playa en invierno, caminar tranquilo. Así me inspiro.

¿Y a veces me pregunto qué es el fracaso? Algo interesante literariamente, pero no para sufrirlo uno. El fracaso es no amar y no ser amado.
Mi naturaleza, inclinada a la inacción y a la desgana, que considero una virtud.

No hacer frases, no hablar, no formular sino lo estricto, que viene a ser, en suma, nada. Creo en la virtud de la desgana

¡Hasta se podría considerar una filosofía vital!!!
Tengo la sensación de que hacer cosas y no hacerlas... ¡es lo mismo! Y tiendo a no hacer. Es un deje aristocrático. Hacer es burgués. Y añado: ¿Por qué este frenesí de hacer, hacer, hacer...?

Entonces, ¿por qué escribir tan prolíficamente? Escribir es complicado, pide dedicación, ser anacoreta... Y a mí me gusta tomar algo con amigos y voy pensando: "¿Por qué este lío?".

Algunos son escritos tristones, nostálgicos... ¡Soy de tantos sitios! Pero también hay mucha humorada soterrada. Yo soy de la tradición anglosajona.

¿Que cómo se consigue una composición de letras y oraciones? El primer verso te lo dan las musas, y el resto es ya trabajo de hombres. Y de días, comparto esta pasión con ese grupo de amigos, borrachos y fumetas distinguidos: nos reunimos cada miércoles para tomar vinos unos, a fumar marihuana otros, yo coca-cola o fanta y discutir de literatura. Lo que más me importa de la vida real es la literatura. No hay nada mejor que los libros.

Y siempre me detengo en mi etapa de los cuatro a los trece añitos, cuando todo era sencillo, luminoso, cálido, alegre:¡es como un refugio!

Prefiero el pasado. Me desagrada el tiempo actual, el desarrollismo, la moda... todo me parece detestable. Siento añoranza de aquella plenitud, de aquellos días felices..., que hoy duelen, ¡qué paradoja!

A veces intento dejar el pasado y mirar ahora el futuro. PERO El futuro no acaba de llegar nunca. Sólo la literatura logra paliar esa intemperie

¿Cómo veo el mundo?
Lo digo en una canción popular: 
"Yo, que he juzgado el mundo en torno a mí como una inhóspita intemperie". 

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Sólo la literatura logra paliar esa intemperie.
Resultado de imagen de Jim Kay
Dibujo cortesia de Jim Kay