sábado, 24 de marzo de 2012

Yo...El Farsante...

A veces tengo la impresión que soy una cosa cuando escribo y otra en persona, y más cuando a causa de la lógica perversa, de la aparición misma, me veo de golpe haciendo teatro, transformado en otro,convertido en alguien distinto del que escribe y también distinto del que vive y que en mí al menos, nunca se confunde con el que escribe, por mucho que algunos crean lo contrario.

La impresión de que en esas ocasiones aparece siempre "el tercer hombre", el actor que sabe que esas intervenciones en público nada tienen que ver con la actividad de escribir y sí en cambio con el reposo, son manifestaciones puras y duras de esa "sociedad del espectáculo" que Guy Debord diagnosticó con la lucidez de la mañana, a la primera hora.

Vistas desde un ángulo nada piadoso, esos shows ligados aparentemente, al mundo de los escritores, niegan nada menos que la actividad estricta de escribir y son capaces de convertir a un narrador o un poeta en una simple Sarah Bernhardt de noche.

Eso no quita que en esos modernos espectáculos de la escritura puedan surgir de pronto ideas para aquel escritor que, a la caza de inéditos hilos narrativos, sepa utilizar el escenario como si estuviera de reposo en una playa, de vacaciones: en aparente descanso, pero anotando como un loco imágenes o ideas para cuando regrese a casa.

Dramático o no, el hecho es que para esas intervenciones en público he tenido, con el tiempo, que ir creándome un personaje tan distinto del que soy en mi vida corriente como del que soy cuando, en la soledad de mi escritorio, escribo.

En esas apariciones me convierto en esa especie de "tercer hombre", y eso me ocurre tanto si voy al supermercado, subo a un autobús, como si explicara tímidamente mis escritos en la calle.

Es una sensación rara porque, a diferencia del personaje que escribe en su casa y también a diferencia del personaje que vive su vida, ese tercer hombre es tímido de tanto teatro que hace o, al revés, hace tanto teatro porque es tímido. No por nada, estudié arte escénico en “Il piccolo” di Milano, en los 70's y con Hedi Crilla en Buenos Aires, en los finales de ésa misma década contestataria...

Cuando en el día de mis contactos con la realidad callejera, se acerca alguien y me pregunta si soy yo, no puedo evitarlo, quisiera decirle que lo seré más tarde ( como contestó una vez Sarah Bernhardt y conté aquí mismo)

Esa respuesta es la esencia de mi pulsión tímida en la realidad cotidiana y donde me encuentre por el mundo.

Suele ocurrir que ante el bondadoso lector que se acerca enviándome un mail, con su inocencia desde la lejanía, yo , el "tercer hombre" no pueda evitar sentirme un farsante antes ya de escribirle, antes ya de preguntar con sincera cordialidad al que me escribió, cómo se llama para así poder estampar su nombre en el “...gracias, N.N., por tu mail”...

Ante cada nuevo lector bondadoso que se planta en un teclado y me escribe, enseguida el "tercer hombre" ( o sea yo mismo) se pregunta, qué personaje piensa ahora representar, ya que puede elegir entre una gran variedad de personalidades.

"Mi nombre es Legión, porque somos muchos", se lee en la nada tímida Biblia.

Qué diferencia con el sentimiento de autenticidad que llega a tener uno cuando está en casa enfrentado a sus textos y no a merced de un público que, confundiéndole con el dependiente de unos grandes almacenes, pueda preguntarle el precio de la mesa que está expuesta en la vitrina.

Sé que a veces el escritor, tratando de huir de la gran comedia del día decide ser auténtico y parecerse al que escribe y dar algo de sí mismo, y opta entonces por confesarle al bondadoso lector de Timbuctú, que se siente "otro", siempre que se ve de repente ante seres humanos de carne y hueso, reales, y más en los últimos tiempos en los que lleva una vida retirada y una voluntad de alejarse del personaje que en otros días, sin pretenderlo, forjó fatalmente.

Mire usted, acaba diciéndole al lector de Timbuctú, debido a que hace años que paso hasta semanas enteras sin apenas contacto con el mundo, a veces sin contacto con ningún extraño a lo largo de mucho tiempo, me sucede que cuando aparezco de repente un día en un lugar cualquiera, me quedo flotando como en un sueño, tímido total, a pesar que lo que escribo destila desfachatez...

Lo peor viene después de contestarle, porque uno se queda con la impresión de haber decepcionado a la persona que escribió de tan lejos para contarte algo y, además, con la mala conciencia de haberte explicado demasiado cuando lo mejor habría sido agradecerlo y no darle tantas vueltas al asunto.

Siempre, después de contestar un mail, uno quiere volver a la realidad. O desea ir a ver amigos y pueda de este modo volver a ser él mismo y no el otro, el rufián, el tercer hombre, el actor, el personaje inventado, el no escritor, el tortuoso farsante, el odiador del mundo...

Poder volver a ser uno mismo al final del día...mientras va pensando que en los primeros post que escribió se liberó de sus obsesiones, pero solo con los primeros, de los dos primeros años, porque después lo que fue creciendo en él fué el interés por el estilo, por la depuración de la forma y la palabra, por intentar que cada palabra lograda fuera una fiesta, a veces mejor o peor que otras, pero siempre logrando reírme de lo que escribo, y todo eso que uno sabe perfectamente que solo lo puede hacer en casa, bien y mejor bajo la lluvia, o con la nieve, o a la intemperie.

Será por esto que extraño tanto Buenos Aires?

Aquí, salvo la nieve, me falta el todo, el entorno, el olor de los jazmines y el árbol de tilo de la acera, el canto de ése pájaro inmundo que me despertaba a las seis de la mañana y al que más de una vez, salí en calzones a tirarle piedras para ahuyentarlo, los ladridos que mi perra daba por cualquier ruidito extraño, el olor a la lluvia que se avecina, sus truenos ensordecedores, y los relámpagos que iluminaban la casa en la noche, el silbato del afilador de cuchillos, mis charlas telefónicas interminables con Laura, Pablo, Sandra...

Uf!, ya estoy hablando como un inmigrante de la película “Made in Lanus”.

Pero me pregunto, qué sentiré cuando sean las dos de la mañana, y mi madre no esté mas para gritarme desde su habitación:...Malo figlio! Sono le due di notteeee!!!!!...

jueves, 22 de marzo de 2012

Uno de mis Roomies...

Soy poco adicto a los dulces, pero cuando me apetece doy gracias a Dios, que hayan negocios que vendan mierdas asquerosamente dulces y empalagosas.

Así que de repente, entras en una pastelería. Pides dos buñuelos gigantes de crema ( que aquí en Barcelona no tengo la mas puta idea cómo los llaman), con mucha crema.

..."Una para llevarme puesta en la boca, y la otra para comer en mi casa"...

Te hacen un paquetito con moño en la segunda y a la primera te la dan en una servilleta para que no te manches los dedos.

Pagas. Sales a la calle. Buscas un banco en el que sentarte. Dejas sobre él el buñuelo "para llevar" y el ejemplar del libro de Steve Jobs que te acaban de regalar, mas "La vanguardia", en catalán, obvio, que has comprado en el kiosco. Miras el buñuelo "para comer" con cara de deseo.
Te desabrochas los pantalones. Te separas los calzoncillos de modo que alcanzas a ver tu micropene dormido.
Te metes el buñuelo en los calzoncillos refrotándote la crema sobre tus partes. Tienes algo parecido a un orgasmo a pesar de que apenas se te ha puesto dura.

Antes de ir al trabajo te das un paseo por la calle para charlar con las putas.
Te gusta hacerlo.
Hablar con alguien que, en un momento dado, podría estar dispuesto a irse contigo a la cama aunque fuera cobrando, hace que te sientas vivo.

Y a fin de cuentas, lo del dinero es un detalle sin importancia, vivimos en una sociedad de mercado donde todo se compra y todo se vende.

Además, si son putas seguro que es porque en el fondo les gusta su oficio ya que, si no les gustara, siempre podrían vivir del cuento y el "chamuyo" ( hacer el cuento del tío).

Al verte aparecer las prostitutas se dan la vuelta como queriendo evitarte.
Piensas que todas esas zorras deberían ser deportardas a sus países de origen.

Un taxi te deja en la puerta de Caja de seguros "El siempre vivo".

Quién te iba a decir cuando tomabas sol en Filipinas dirías "en Catalunya el castellano es el idioma de las chachas", que terminarías trabajando en "El siempre vivo" , haciendo apostolado del más rancio españolismo.

Pero tú no estás allí por rancio españolista, sino por pseudo-intelectual, por polemista, por romper los huevos (esos huevos que ahora llevas embadurnados de crema pastelera) para decir lo que otros ni siquiera se atreven a pensar, y sobre todo, porque no sabes quedarte callado!!!!...

Hablas de sexo. Todo el tiempo. Por teléfono fijo, por móvil, por "uasap"...

A tu izquierda tienes a Alonso riéndote las gracias.

Te vienes arriba. ¿A quién no le gustaría comerse un coño de diecisiete o dieciocho años?
Todo el mundo sabe que, gracias a Zapatero, a esa edad las tías ya han aprendido a ser putas. Las cosas ya no son como antes, ahora los jóvenes tienen relaciones con catorce años mientras que, a esa edad tu ni siquiera te habías hecho una paja.

La jefa de personal te dice que estás enfermo pero a ti te pagan por hablar sin pelos en la lengua.

Llegas a casa y tu mujer te espera con cara de poker, porque te oyó mientras estaba en espera en el teléfono fijo, que "el matrimonio convierte el sexo en una obligación"...

No entiendes a qué vienen los reproches. De repente, sientes que los restos de buñuelo con mucha crema, se deslizan por la entrepierna de tu pantalón y asoman junto al zapato.
Con una patada te deshaces de ellos y los mandas bajo el aparador del salón.

Preguntas qué hay de comer y tu mujer te dice que si quieres comer algo tendrás que preparártelo tú mismo y que, además, esta noche dormirás en el sofá.

Piensas que es una cabrona pero que ya se le pasará, a fin de cuentas tu sigues siendo el mismo cerdo que eras, cuando ella te conoció y no debería llamarse a engaño.

Por aquel entonces ya firmabas con tus iniciales M.A. que tanto te recuerdan al ejército Bengalí. Y que te convirtió en un asesino serial de routers!!!!!!!

Crees que a la sociedad le sobra hipocresía y que si Hitler hubiera ganado la guerra todo el mundo reconocería el gran político que fue.
Te comes el segundo buñuelo y te rascas la entrepierna. Deconstruyendo a Sostres.

Éste es uno de mis roomies...( ya hablaré del otro...)

sábado, 17 de marzo de 2012

El sexo y la bendita Oxitocina!!!!...

Escribir sobre sexo, cuando uno fue toda la vida monógamo y fiel en una relación es un poco complicado,
Y difícil, porque tengo que imaginarme muchas situaciones, o verme en escenas tipo film de Pasolini, algo promiscuo, y cuando finalizo de escribir lo que escribí, releo y quedo pasmado, entonces me doy cuenta que en este blog, cuando hablo de sexo, mis niveles de oxitocina, serotonina y dopamina se disparan, con lo cual, además noto, que mis niveles de endorfinas y adrenalina aún funcionan...

Es que para escribir sobre sexo, uno tuvo que haber vivido y experimentado cosas distintas y reconozco que en éstos últimos años, desde que me separé de Guille, no quise saber nada de ejercicios sexuales, al mejor estilo morboso de Alexander
Pushkin …

Cuando levanté la veda, uno de los primeros tipos que conocí, era guapo, buen lomo, absolutamente follable y apetecible, pero el resto, saquen ustedes las conclusiones...

Habíamos quedado en vernos en el café Zurich de Plaza Catalunya, y de allí, propuso ir a cenar a un vegetariano. A mi, la verdad, mucho no me entusiasman los restaurantes vegetarianos, salvo que tenga el estomago hecho mierda.

Pero en una primera cita, uno siempre hace concesiones de ese estilo, aunque en ese momento ni él ni yo,sabíamos una mierda del otro,eramos dos perfectos desconocidos...

Leíamos la carta y después pedimos, ya ni me acuerdo qué...

Luego él comenzó a hablar, y yo básicamente me quede callado y observaba, sus palabras atravesaban mi cabeza de un oído al otro, sin detenerse en ningún rincón de mi cerebro, ya que como miles de veces en mi vida, finjo que no está sucediendo lo que sucede y es como si viera un televisor mudo...

Me limitaba a sonreír, y asentar con la cabeza, solo pensaba en echar un polvo...

Llevaba un montón de años ( AÑOS!!!!!! ) sin follar...

En el segundo plato, lo interrumpí en seco, y le pregunté bruscamente, si era partidario del sexo en la primera cita, y él se quedó bastante cortado, la verdad...

Creo que mas o menos le dije algo, como que si la gente es partidaria al polvo después de la segunda, quinta o séptima, se debería ser mas coherente, y ser partidarios en la primera...

Es que con los años y la experiencia, ya sabia que era el 51% de importante para seguir o no viéndote con alguien, y que no creía que echar un polvo fuera una suerte de premio, que se conseguía a fuerza de méritos!!!!!...

Es mas, a las dos horas uno ya debería saber si nos apetece follar, lo mismo que la persona que tenemos enfrente debería tener claro, no?

Me dijo que era demasiado directo, pedimos la cuenta y salimos, cada uno a su casa...
Tuvimos unos cinco encuentros...

Los siguientes, fueron básicamente lo mismo, el hablando y hablando y yo pensando en follar y en cómo sería el polvo...

Cuando me daba por escuchar lo que decía constataba que no teníamos nada que ver.
Pasé por alto que tuviera una cuenta de correo en hotmail y pensé para mis adentros muy creído de mi mismo ¡¡estamos en el 2011!! y el pasó por alto que a mi no me interesasen nada sus cuentos sobre el bajo astral, las energías y el re-birthing.

Solía decir que tenía mucho amor que darle al mundo, pero yo me conformaba con el sexo.

En otro encuentro que tuvimos, los astros le dijeron que se liara con su profesor de yoga. “Es capricornio. Los capricornio y los acuario combinamos bien. Sin embargo los Piscis ( yo) y los acuario (el) somos signos incompatibles”, me dijo.

¿Incompatibles?, pensé yo.

Quizás sí, quizás el destino me estuviera haciendo un favor.

Allí fue cuando me hice un par de perfiles en sitios web de ligoteo...
Donde tuve algunas historietas que ya os contaré...

viernes, 9 de marzo de 2012

Vivir para decir..."He vivido"...

Ayer, justo el día de mi cumpleaños, que no diré cuántos, (porque dejé de acordarme después de cumplir los cuarenta), vino por la noche una ¿amiga? , y lo escribo así con signo de interrogación, a contarme que le habían detectado tumores, y que si estos eran malignos, o mortales, le tenia que prometer que haría lo posible por desconectarla!!!!...

Me lo dijo seriamente y mirándome a los ojos, desafiante, ya que no quiere ser una carga para nadie, y menos para sus hijas...(¿y la carga de mi conciencia?, pensaba mientras me decía eso y la miraba incredulamente), claro corte por lo sano la conversación, y le dije que sí, que no me rompiera mas las bolas, que si llegaba el momento, haría tipo la película de “donde está el piloto? en el que una mariquita mala desde la torre de control, pateaba un enchufe y apagaba todo, poniendo cara de malévolo, ¿se acuerdan?...

En un párrafo anterior escribí amiga con signos de interrogación, porque un amigo/ga, no hace este tipo de conversaciones o confidencias, y menos comprometer a alguien como yo que, tengo un trato diferente con la muerte, y paso a explicarme...

Sé que yo no viviré muchos años, he fumado mucho debo confesar, pero soy de los que piensan en la oportunidad de la gente que tenemos, para que aprendamos a bien morir.

A entender que la mejor muerte es ésa que pone el broche a una vida vivida hasta el final. "Morir es inevitable, ¡pero morir mal no tiene por qué serlo!"

Después de la de mi madre se que hay una muerte apropiada,humanizada y la haces tuya.
También hay una muerte expropiada.

Por esto entiendo un poco lo que pasó con mi madre, ya que nosotros, sus familiares y médicos querían expropiar la muerte. Pero es nuestra y, que sea propia y apropiada.
Tenemos que apropiarnos de nuestra muerte...

Y qué entiendo por expropiar mi muerte?

Cuando nos diagnostican una enfermedad terminal, los familiares dirán a los médicos: "¡Hagan todo lo posible!", como hice yo, y mi familia.
Y los médicos lo harán, porque lo verán como un reto médico.

Y eso es expropiador, porque si decir "Todo lo posible...", debemos pensar:¿Es conveniente? ¿Compensa hacer tanto? ¿Eso humaniza o deshumaniza?

La medicina ha avanzado más en los últimos 25 años que en los últimos 25 siglos: hoy los médicos y los sanatorios, pueden hacer tantas cosas... que quizá sean demasiadas...

Entonces hoy, en la distancia y retrocediendo a esa fecha que jamás olvidaré, aunque reconozco tambien que si me preguntan qué día fué, ni me acuerdo, pero de lo que seguro, no podre quitarme de la mente, fué cuando tuve que ir a reconocer el cadáver de mi madre, y entonces me pregunto si valió la pena tanta actuación médica, tanto dolor al cuerpo de mi mamá...

Hoy puse las cosas en la balanza, lo he razonado y hablado... y decido: se trata de nuestra calidad de vida, y al final estará siempre la muerte, nuestra propia muerte.

Claro a todos nos asusta el sufrimiento.

Hoy disponemos de fármacos contra el dolor: no tiene sentido sufrir. El índice de uso de morfina en el mundo occidental es bajo, índice de baja atención al paciente terminal.

Entonces me acuerdo de los médicos de mi madre y sé que hicieron demasiado para frenar la muerte y demasiado poco (y tarde) para evitar el sufrimiento.

Debieron haber hecho que el tramo final de la vida del paciente ( mi madre) y muchos de los que estaban en la terapia intensiva, fuera mas vivible!!!!

"No te olvides de vivir", dijo Goethe.
“Ved tan inevitable vuestra muerte... como la vida que os queda.”

Entonces cuando surgen cuestiones como la que se me presentó ayer, debería haberle contestado que en vez de joderme a mi con semejante historia, se debería haber planteado: ¿Cómo vivir si sé que voy a morir?

Simple...
Reconciliándose con la vida: entendiendo que la vida estaba antes que uno y que seguirá sin nosotros...

Es duro.
Nos acostumbramos a vivir... y nos apegamos. Pero la vida no nos necesita.
Deberíamos pensarlo. Y, a la vez, pensar que hemos colaborado con la vida, que hemos dejado huella, otros habrán aportado obras, hijos, emociones... Cosas que darán frutos.

Estoy convencido que en la terminalidad de nuestras vidas, eso es balsámico, para el que se muere y para los que quedan...

¡Y perdonémonos!
No juzguemos: hicimos lo mejor que pudimos y quedémonos contentos...

Lo que aun no tengo claro, es si ayuda a bien morir ser creyente, porque creo que ante la muerte, aun no se ha detectado gran diferencia en el dolor físico, entre creyentes y ateos.

Pero si que lo más importante en el bien morir, es sentirse acompañado, mirado, mimado, admirado: que haya alguien a tu lado que te vea de verdad.

Y para eso suele ser mejor un amigo que un familiar.
¿Por qué un amigo? Porque a un familiar le cuesta ver: ve que no estaremos en Navidad, vera el hueco que dejamos...

Estando presente. No queramos hacer: ¡hay que estar! Se trata de saber estar: una mano, una mirada... Seamos empáticos, no temamos acercarnos y defendamos sus intereses.

Como podemos ayudarnos a preparar bien nuestras muertes, es empezando por pensar que esta vida hay que dejarla en un momento u otro. De un modo o de otro...

Redactemos un documento de voluntades anticipadas: nuestros valores, las instrucciones médicas, designemos a quién delegaremos decisiones si no podemos. ¡Seré un ciudadano hasta el final!

Nada de mentiras.
Yo a mi vieja, en sus piquitos de conciencia, le dije todo lo que le pasaba, y cuando me apretaba la mano, me daba cuanta que me lo agradecía, pero, eso sí, hay que modular la verdad para que sea útil.

Las redes sanitarias deberían reflexionar sobre la calidad de la agonía.
La mitad de la gente muere en hospitales.
Luchemos menos contra que el paciente muera y más porque muera bien...
Hagamos que el entorno hospitalario sea más cálido, acogedor, íntimo...

Sé que por ahí, anda una tesis de la bioética, que dice que hay que aceptar que la muerte llega de un modo u otro y se debería aligerar la llegada de la muerte.

No existe una muerte ideal, pero como Rilke dijo: "Señor, da a cada uno su propia muerte". Que tu muerte encaje en lo que ha sido tu vida.
Como la de Sócrates... que me parece incluso demasiado perfecta.
Recordémosla...

Condenado a morir con cicuta, convoca a sus amigos, charla con ellos, hace salir a los que lloran, bebe y se despide: "Parto hacia la muerte y vosotros hacia la vida: ¡sólo los dioses saben quién tendrá mejor suerte!".

Así que yo ya sé como querría que fuese mi muerte...
Sin dolor. Y comprendiendo que ha llegado el momento.
Y despidiéndome de mi gente más cercana, y entendiendo que saldrán adelante.
Como dijo Quevedo: "Que mi vida acabe y mi vivir ordene".

Pero hay también muertes fulminantes y entonces no podrás ordenar nada, y no sé si eso es mejor que el paciente sea autor, actor y director de la obra,

Como dijo el poeta Gil de Biedma en aquel verso, que me viene en mente ahora: "Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir es el único argumento de la obra". Pero yo haría una pequeña corrección.

"Envejecer, disfrutar y morir". Lo de "¡No te olvides de vivir!" de Goethe. Hasta el final, ¡todo es vida!

No me olvidaré tampoco la de un amigo mio moribundo, que sacó una botella de vino y me invitó a brindar, y me pidió a mi y a un grupete de amigos, todos gay, a que lo sacáramos a la terraza del hospital en su silla de ruedas, a tomar sol, así los moretones de los brazos por tantos pinchazos, se le pondrían dorados y en la mortaja, no se le notaria tanto...

Fue, el primer caso de AIDS en Argentina...

Y como nos dijo Willy en esa mañana soleada:
Mientras puedan, procuren que al morir puedas susurrarte esto: "He vivido".

jueves, 8 de marzo de 2012

Otra vez, ayer cumplí años!!!!...

Como decía Maquiavelo y aplicándolo hoy que es mi cumpleaños, la edad con la fiesta de cumpleaños y los años, mas que los números, es lo vivido, lo que a veces duele,... “ cuando tengas que hacer cosas que te provoquen o provoquen daño, procura que sea contundente y rápido para que se olvide pronto; en cambio, trata de realizar el bien de forma que se prolongue en el tiempo con promesas y pequeñas dádivas”...

Interesante, las cosas que escribía éste buen hombre.

Se llega un momento en la vida en que todo, entonces, se ve negro en todas partes, a menos que el mundo comience a hacer “lo correcto” .

Mi camino hasta aquí, fue un camino trazado por muchos momentos, dulces y amargos, de miedos y fortalezas, excitantes y de calma, de amor y desamor.

Entonces me pregunto qué recuerdos querría mantener presentes, que no fueran olvidados. Los de mi papá, los de mi mamá, y los de todos mis muertitos, los frescos y los no tan frescos.

Si hoy estuvieran conmigo, aquí, al lado de mi ordenador, ¿qué me dirían?

Creo que Tina, mi madre, me enseñaría las medallas y condecoraciones de su padre y su hermano, manchadas con su propia sangre.

También, se que es difícil saber si perdonó.

Pero estoy seguro que me pediría aprender del dolor sufrido. Me diría que hiciera todo lo posible para evitar a la gente que quiero, pasar por lo mismo.
Me diría que tuviera los ojos bien abiertos para tratar de escapar con los míos si surgiera el menor atisbo de conflicto bélico.
Una guerra comete injusticias a todos los niveles, en todos los rincones, y, al final, todos acaban perdiendo.
Se trata de un camino hecho sin corazón; de nada sirve.

Creo que Pé, mi padre, quien falleció siendo mi madre muy joven, me pediría respeto para todos, con educación, independientemente de su lugar de origen y su clase social. También me pediría vivir en la austeridad, cubriendo las necesidades básicas, sin opulencia.

Insistiría en transmitir el valor del esfuerzo y de conseguir una vida plena por méritos propios, sin préstamos a cuenta del pasado.

Me aconsejaría invertir en seguir adquiriendo sabiduría, pues la ignorancia es mucho más cara.

Ese es el análisis de un nuevo cumpleaños...