jueves, 5 de julio de 2012

Me regalaron una pulsera!!!!...

No me gusta la naturaleza y creo que yo a ella tampoco.

No me gustan los maremotos, ni los volcanes en erupción, ni las serpientes que acechan debajo de las piedras para inyectarte su veneno, ni la jauría de monos con el culo rojo dispuestos a violarte en el momento que te adentras en la selva, ni los perros, ni los gatos, ni las moscas, ni las cucarachas, ni las palomas.

No me gusta el turismo rural ni quiero que me regales un fin de semana en una cuadra reconvertida en posada al norte de alguna provincia perdida.

No quiero morir de neumonía, ni meterme en la cama con los pies helados, ni cenar sopas de ajo, ni ponerme de mierda hasta los tobillos porque he tenido que ir a buscar los huevos al gallinero.

¿Entendido?

Parece que sí. Estas fiestas de San Juan, Serafín me ha regalado unas botas altas para excitarse mientras me ve pasear vestido únicamente con ellas, "Fleurs" un disco de Franco Battiato de 1999 que si yo hubiera conocido antes habría pirateado sin el menor atisbo de culpa, la Moleskine del 2011 y un juego de la Wii que me pondrá al nivel de Fernando Alonso en lo que a conducción de coches de Fórmula 1 se refiere.

Por su parte, mi amiga Carmen me ha regalado una pulsera Power Balance. Mi primera reacción ha sido la esperada: gritar desesperadamente como si fuera Al Pacino sosteniendo el cadáver de Sofía Coppola en la tercera parte de El Padrino.

¡¡¡¡¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!

Ella me mira con cara de no entender nada y me pregunta sorprendida si no me gusta.

Yo pienso que si fue capaz de creerse aquello de las armas de destrucción masiva por qué iba a dudar de los efectos terapéuticos de la pulsera.

Me la pongo, no quiero parecer desagradecido, aunque sé que la pulsera se irá a la basura en el momento que yo salga por la puerta.

Unos minutos después se obra el milagro, me llega un mensaje al móvil con el siguiente texto: "He soñado contigo".

El mensaje no es de un amigo cualquiera, es de uno de esos amigos que está superbueno, al que deseaste enfermizamente durante mucho tiempo y al que trataste de olvidar después de que te dejara claro que no quería nada contigo.

Te quedas confuso. Serafín te pregunta de quién es el mensaje y tu respondes que no es más que publicidad de Vodafone y, cuando no te ve, tecleas una contestación rápida: "Qué has soñado?".

Intuyes cuál es la respuesta. Si hubiera soñado que eras descuartizado por un ejército de alienigenas vestidos con camisetas del Betis no te habría escrito para contártelo.

Probablemente, si lo ha hecho, es porque el sueño no iba por allí. Silencias el móvil para que Serafín no vuelva a preguntarte quién te escribe en caso de recibir un nuevo SMS.

Esta vez te llega un mensaje mucho más detallado: "He soñado que follábamos sin parar. La primera vez lo hacíamos en la furgoneta de Bimbo de mi tío y yo conseguía que te corrieras muchas veces".

El móvil te abrasa las manos y lo arrojas al suelo. ¿La furgoneta de Bimbo? No entiendes nada.

¿Qué coño se contesta a eso? ¿Deberías borrar el mensaje? ¿Ha sido la Power Balance? ¿Estás dispuesto a vivir una doble vida?

Pues sí, en estos países las fiestas de San Juan, son una mierda y las carga el diablo.