Hace
unos días me preguntaron a mí que todo lo cuestiono, si tenía algo nuevo que
aportar y respondí que, a mi vida lo que le falta es poner un pie en la tumba y
que me dejen de romper las bolas con preguntas de ese tipo.
Todos
sabemos que terminaremos por donde empezamos, así que no me vengan con
“chuminadas” (pelotudeces)…
No
vivo cuestionándolo todo, solo intento descubrir en un acto bíblico, encontrar algo o alguien que merezca que Sodoma y Gomorra no sean destruidas.
Una
sociedad un cachito más perfecta, más hospitalaria con los seres humanos, y si
eso es cuestionar, y me lo cuestionan de verdad fuck you!
En este trayecto, que
es mi vida en el cual he vivido bajo diferentes regímenes, ideologías, modas,
valores, me resulta sorprendente que, de estos últimos, existan solo dos sin
los cuales la vida humana sería impensable: ¡La Seguridad y La Libertad, y que
siendo solo dos, sea imposible que se lleven bien!...
Cuanta más libertad tengamos menos seguridad, y cuanta
más seguridad menos libertad. En la sociedad, la conquista de libertades nos
lleva a una gran cantidad de riesgos e incertidumbres, y a desear la seguridad.
Lo oigo de mis amigos en Argentina, que, en un eterno lamento, es lo que vengo
oyendo desde hace cuánto ¿diez? ¿doce años?
Y entonces me siento
ahogado.Cuando del otro lado de la pantalla oigo lo típico:
Que si conseguimos que no nos roben por la
calle, que si caemos enfermos nos atiendan, pero nos volvemos dependientes,
subordinados, y eso los hace sufrir.
Es alli donde me doy cuenta, que volvemos a evolucionar a una mayor
libertad.
Entonces pienso: ¿En
qué punto estamos en el mundo hoy?
Estamos asustados por la fragilidad y la vacilación de nuestra situación social, vivimos en la incertidumbre y en la desconfianza en nuestros políticos e instituciones.
Estamos asustados por la fragilidad y la vacilación de nuestra situación social, vivimos en la incertidumbre y en la desconfianza en nuestros políticos e instituciones.
Estudiar una carrera ya no se corresponde con
adquirir unas habilidades que serán apreciadas por la sociedad, no es un
esfuerzo que se traduzca en frutos. Toda esta precariedad se expresa en
problemas de identidad, como quién soy yo, qué pasará con mi futuro.
Cortesía de Jimmy Liao
( continuará...)
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